A partir de nuestra
tarea como voluntarios en la olla de Barrancas de Belgrano,
tomamos contacto con la precaria situación de salud de las
personas en situación de calle que asisten a la misma y, a
continuación describimos brevemente 4 ejemplos:
Caso 1
Un día, llegamos a la olla y nos encontramos con Maxi de 16 años
con fuertes retorcijones de panza y vomitando. Ahí nos enteramos
que hace 1 mes que estaba con vómitos. Llamamos al SAME y lo
llevaron en ambulancia al Pirovano. Llegamos unos minutos más
tarde y estaba muy dolorido, asustado, acostado sobre una
camilla. La guardia estaba llena de pacientes, nadie nos
explicaba que tenía Maxi y el único trato por parte de la
enfermera presente, era el de echar a los acompañantes. De
repente vienen, le sacan sangre que nosotros tenemos que llevar
al laboratorio y le ponen suero porque estaba deshidratado. Nos
dicen que no podemos quedarnos en la guardia y que en una hora
busquemos el resultado del análisis en el laboratorio. Cuando
volvemos con los análisis Maxi se había escapado de la guardia.
Caso 2
Llega Daniela a la olla con broncoespasmo. Dice que está pasando
las noches en la terminal de ómnibus de Retiro y el aire acondicionado
es tan fuerte que le produce broncoespasmo. Se va directamente
al hospital para sacar un turno para que la atiendan y de paso
tiene donde pasar la noche. Cuando la vemos, días después, está
más aliviada, pero el remedio que le dieron se le estaba
terminando y no tenía plata para seguir el tratamiento.
Caso 3
La observamos a Marcela embarazada con retorcijones en la panza,
temblando como una hoja, y con broncoespasmo. Llamamos al SAME y
la llevan al Pirovano, la acompaña su pareja en la ambulancia.
Cuando llegamos a la guardia la estaban nebulizando, un poco más
tranquila pero todavía temblando. Me quedo un rato con ella
intentando tranquilizarla y le pregunto por su familia, me hace
señas extrañas que no logro comprender hasta que dejando la
nebulización me cuenta que el día anterior habían matado de un
balazo a su hijo de 7 años. Horrorizada salgo a corroborar ese
relato con su pareja quien lo confirma. Como el trato de los
médicos y enfermeros es muy rudo e impersonal (porque están
desbordados) me acerqué a una médica le conté rápidamente el
drama que Marcela estaba pasando y efectivamente cambió su
actitud hacia ella.
Caso 4
Francisco sufre un accidente muy grave a principios de enero. Se
fractura el cráneo, lo operan de urgencia y está más de 2 meses
en terapia intensiva sin que nadie supiera como se llamaba ni
ningún dato personal de él. Cuando se conectan del hospital con
la olla, a través del teléfono que Francisco tenía, lo vamos a
ver y está irreconocible. Apenas en el Hospital Pirovano se
enteran que alguien lo visita, quieren que nos hagamos cargo y
que lo saquemos del hospital, cuando todavía no podía caminar
porque tenía fractura de rotula y nadie se ocupaba de su pierna.
Haciendo bastante presión conseguimos que lo operen de la
rodilla. En el ínterin tuvimos algunas conversaciones con una
enfermera que deberíamos haber denunciado al INADI por el grado
de racismo y prejuicio que manifestaba. No lo hicimos porque
teníamos miedo de las represalias contra el paciente. Francisco
entró al hospital sin documentos y 4 meses después salió del
hospital sin documentos. Nadie se ocupó de ello.
OBSERVACIONES
1- El miedo al mal trato que tienen las personas en situación de
calle cuando ingresan al hospital
2- Falta de personal que reciba y contenga a pacientes y
familiares cuando llegan a la guardia.
3- Falta de información y mal manejo de la comunicación en el
campo de la salud (entre los profesionales y el paciente y sus
familiares, entre los profesionales entre sí)
4- El marcado deterioro de la salud dental con sus múltiples
consecuencias:
Foco de infección. Ddificultades en la alimentación. Rechazo
social. Observamos una relación directamente proporcional entre
pobreza y falta de dientes.
5- Falta de continuidad y seguimiento de los pacientes cuando
son ambulatorios, (muchos tratamientos se interrumpen por que no
tienen acceso a la medicación)
6- Falta de una política de educación en salud que apunte a la
promoción y a la prevención.
Lic. Patricia Frankel - Kinesióloga, Terapeuta Corporal
Lic. Alfredo Schwarcz - Psicólogo, Gerontólogo
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