Una radiografía de la pasión que despierta en los argentinos el mundial de Rusia 2018. Y cuál es el principal obstáculo para levantar la copa.

Aumenta la venta de televisores. Se llenan los bares. Las picadas se convierten en el alimento número uno durante un mes. Se ve a los chicos con la cara pintada, sosteniendo la bandera argentina. Suenan las cornetas, suenan las bombas de estruendo y, en un momento mágico, millones de gargantas se unen en un grito de gol. Es el mundial de fútbol, que tiene un magnetismo especial para los argentinos. Ya no se trata solamente de seguir a la selección nacional, sino de analizar los equipos de cada grupo, qué posibilidades tienen de pasar de ronda, cuál va a ser la revelación. Incluso se instalan televisores en los lugares de trabajo, en las escuelas, en todos lados. Es una muestra de lo que despierta este deporte arraigado en la historia y la cultura de un país. Para muestra, basta ver lo que sucede con los partidos importantes a nivel local. . Si sos hincha de River, vas a seguir con pasión tus juegos favoritos. Sobre todo los superclásicos con el archirrival Boca Juniors. O la Copa Libertadores, que sigue ahí, esperando a los equipos locales apenas termine el mundial.

Cómo se prepara la selección

Las lesiones son siempre esa carta inesperada que aparece en el peor momento. Así, Chiquito Romero se quedó afuera después de defender el arco de la selección en dos mundiales. Tampoco los argentinos podrán contar con los pases filtrados de Fernando Gago, ni con la explosión de Manuel Lanzini. Incluso tendrán a un Kun Agüero recién recuperado de una lesión. A veces los suplentes llegan con un pan debajo del brazo, como Goycochea cuando reemplazó a Nery Pumpido y se convirtió en héroe de Italia 90. O ni siquiera hace falta irse muy lejos. Este mismo jueves, en el debut del mundial, dos suplentes de la selección rusa marcaron tres de los cinco goles con los que el equipo local despachó a Arabia Saudita.

¿Enzo Perez pasará de descartado a héroe de Rusia 2018? ¿Será algún desborde de Cristian Pavón el que abra algún partido imposible? Por ahora, parece que Jorge Sampaoli va a apelar a los jugadores que más conoce. Las discusiones en redes sociales se centran en el punto débil de la selección: los volantes defensivos. Sin recuperación de pelota en la mitad de la cancha, Argentina quedaría expuesta, sobre todo, ante las potencias con las que se podría cruzar a partir de octavos de final. ¿Mascherano y Biglia tienen el nivel suficiente para cumplir esa misión? ¿Están en su mejor momento? Y si no son ellos, ¿quién? ¿Lo Celso?

El enemigo número uno

En el camino hacia la tan ansiada copa, la selección argentina deberá vencer sus propios fantasmas. El de un equipo que no convenció en las eliminatorias, con varios jugadores para los que este será probablemente el último mundial. Un Lionel Messi que ganó todo, que no tiene que demostrar nada, y sin embargo al que le falta ese último trofeo tan esquivo. Y vencidos los fantasmas propios, queda el gran fantasma ajeno, la selección alemana, que eliminó al equipo argentino las últimas cuatro veces en que se lo cruzó. La final de Italia 90, con un gol de penal en los últimos minutos del partido. Los cuartos de final de Alemania 2006, una derrota 4 a 2 en la definición por penales. La goleada 4 a 0 sufrida en Sudáfrica 2010, con Diego Armando Maradona como DT. Y la última, la final de Brasil 2014, otra derrota por un gol. Tal vez Rusia 2018 sea el momento y el lugar para exorcizar fantasmas y que, por una vez, la pasión argentina por el fútbol tenga el premio tan buscado.

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