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30 de Julio de 2017
Pablo Tonello
Fue asesinado el miércoles 30 de julio de 2014,
en Avenida del Libertador y Federico Lacroze,
mientras se dirigía a su trabajo en bicicleta.
Pablo de tan solo 27 años, circulaba por la
ciclovía sobre el carril que va hacia Barrancas
de Belgrano, paralelo a las vías del ferrocarril
Mitre, cuando se cruzó con un delincuente que
quiso robarle la bicicleta. Se produjo un
forcejeo y entonces el asaltante sacó un arma de
calibre chico y disparó contra el joven
provocando su muerte. Tras cometer el ataque, el
homicida le robó la bicicleta a una mujer a unos
150 metros de distancia en dirección al Parque 3
de Febrero y huyó. Ese rodado fue hallado más
tarde sobre la calle Miñones, a metros de uno de
los laterales del Campo Municipal de Golf. Pablo
vivía a unas 10 cuadras del lugar y
habitualmente salía de su casa a andar en
bicicleta. En el lugar, cuelga una bicicleta
blanca que colocaron los ciclistas para
homenajearlo. Asimismo, familiares y amigos de
Pablo y miembros de la comunidad ciclista de la
ciudad, se reúnen cada miércoles en ese lugar
para desalentar el consumo de bienes de
procedencia dudosa.
En comunicación con la redacción de Mi Belgrano,
Eduardo Tonello recordó a su hijo: “Pablo es el
segundo hijo de dos varones y una niña. Era muy
obediente, respetuoso, comprometido con lo
social, ayudaba al prójimo. La noche previa a su
partida, había estado ayudando en su Iglesia.
Era tenaz en alcanzar sus objetivos, pacífico y
soñaba con crear videojuegos “sin violencia”.
Pertenece a una joven generación de cambio y de
fe, que promete mucho. Lo ocurrido se podría
haber evitado con muy poco. La zona estaba
liberada, por ser el límite de 3 comisarías. Los
malvivientes se movían por las vías del FFCC,
donde la policía no tiene jurisdicción. Recién
se había construido una ciclovía que obligaba a
transitar a los ciclistas por un lugar sumamente
inseguro. Antes de lo de Pablo, habían ocurrido
14 incidentes igual de violentos que no habían
terminado en tragedia por milagro. La mitad se
denunciaron pero no fueron tomados en cuenta.
Los ciclistas experimentados conocían la zona y
pasaban por la mano de enfrente, no por la
ciclovía. Nadie, ni nada, le advirtió a Pablo
que esa era una zona de riesgo, aun de día”.
Con respecto al presente, Eduardo contó: “Todos
los miércoles nos reunimos en la Bici Blanca de
Libertador para concientizar y ayudar a prevenir
tragedias como la de Pablo. Además seguimos con
la campaña de concientización “Comprar Robado
Mata”, regalamos un calco a cada ciclista que se
detiene a escucharnos. También iniciamos una Red
de Prevención con Ciclistas mediante una Página
de Facebook: BiciAlerta. Estamos trabajando un
proyecto para registrar las bicis y así
disminuir el robo, está presentado en la
Legislatura, y estamos juntando firmas para
respaldar su aprobación. Por último estamos
haciendo la segunda encuesta de Inseguridad de
Ciclistas”.
Para cerrar, Eduardo dejó un mensaje: “Debemos
unirnos y participar. Denunciar todo lo que nos
pasa o pudo pasar en algún lugar y hacer que las
autoridades cumplan y hagan cumplir la ley.
Podemos salir de este estado de inseguridad
entre todos o seguiremos así por muchos años y
cada vez con más violencia”.