En algunas calles
de Nuñez, se pueden observar contenedores de basura
diferenciados que claramente indican el tipo de basura que se
debe colocar en cada uno de ellos. En los contenedores de
Residuos Húmedos se pueden tirar macetas de barro o cerámica,
envases engrasados, trapos con pintura, restos de comida,
servilletas de papel, papel carbónico y vidrios rotos. En los
Contenedores de Residuos Secos, se deben colocar elementos
reciclables tales como papel, cartón, textiles, metales,
vidrios, plásticos, maderas, telgopor, latas y aluminio.
Muchos vecinos se ocupan de separar los residuos y tirarlos en
el contenedor correspondiente pero la mayoría por
desconocimiento ó falta de conciencia no lo hace. Los encargados
de los edificios suelen sacar las bolsas abiertas de modo que
los cartoneros separen lo reciclable, haciendo los llamados
recicladores urbanos, un trabajo realmente sucio y peligroso.
Sería bueno que los consorcios tengan dentro del edificio tachos
diferenciados, que fueran como pequeños contenedores, de modo
que los vecinos hagan una selección de sus residuos y los
encargados puedan así sacar la basura diferenciada en bolsas de
diferentes colores.
En la Ciudad de Buenos Aires la basura es uno de los problemas
estructurales más importantes, a diario se entierran en rellenos
sanitarios más de 5000 toneladas. Desde hace 6 años que contamos
con una moderna legislación de gestión de residuos urbanos, la
ley de basura cero, sancionada en 2005, sólo hace falta que nos
comprometamos a cumplirla.
Esta ley exige la separación de la basura en origen, es decir,
en casas, empresas, comercios e instituciones públicas, y su
recolección de manera diferenciada. La basura reciclable irá a
los centros verdes de reciclado; el resto se enterrará. Por otra
parte, los basurales de Ceamse han colapsado y la provincia de
Buenos Aires no quiere ceder más tierras para nuestros desechos.
La separación en origen es un hábito que tenemos que instaurar y
realizarlo de modo rutinario, para el beneficio de todos. |