El lunes 22 de Enero por la tarde se anunciaba una tormenta, pero como no se veían muchas nubes y sabiendo que los pronósticos pueden fallar, como decía Tu Sam, decidí salir a caminar igual, pero esta vez lo hice a las 18 horas, para no soportar el terrible calor. Inspirado en el mensaje de Juan Gargiulo, un asiduo lector del diario que siempre nos envía elogios pero esta vez nos dijo que la edición de Enero de Mi Belgrano le pareció un catalogo de quejas, decidí realizar mi caminata del día buscando buenas noticias.
Me dirigí hacia la calle Amenábar al 2800 para corroborar si habían arreglado la vereda que rompió AYSA para realizar un arreglo que tenía que finalizar el 12/01/2018 y al llegar comprobé que la vereda estaba impecable. ¡Una promesa cumplida! Tomé varias fotos para publicar en el diario, y sigue mi camino con una sonrisa gigante dibujada en mi rostro.
Luego me fui hasta Av. Cramer casi esquina Monroe para ver que había pasado con la vereda rota en la parada del colectivo que había denunciado una vecina llamada Andrea, y que desde Mi Belgrano presentamos el reclamo 00009219/18 y me encontré con la vereda reparada. Pensé: ¡Parece qué hoy es mi día de suerte!
En Juramento y Crámer puede observar una vereda en reparación, aunque en ese horario los operarios ya no estaban trabajando, es bueno saber que dentro poco, esa cuadra va a estar impecable.
Crucé y en la cuadra siguiente de Juramento, tropecé con una baldosa levantada, pero acostumbrado a esquivar patadas en el fúlbito de los miércoles, logré mantener mi equilibro y salir intacto de esa situación, pero cualquier persona mayor o alguno que pase distraído por ahí, corre un gran riesgo de tropezar, caer y lastimarse.
Al llegar a la plaza Noruega que está cerrada por vacaciones, una señora muy agradable se me acercó y me preguntó: ¿por qué está tomando fotos? Le conté que era del diario Mi Belgrano y que recibimos muchas quejas de los vecinos por el cierre de la plaza. La señora me dijo que todos los meses se lleva el diario del revistero de Juramento y que le encanta.
Con mi entusiasmo y una cuota de optimismo, me fui hasta Quesada y Crámer con la esperanza de encontrar aquella rampa arreglada. Al llegar y ver pastito, pensé que era un nuevo decorado, quizás como le faltan espacios verdes al barrio, se decidió hacer unas rampas pastorales. La cruda realidad me enfrentó con una decepción, en este día optimista, porque esta rampa permanecía tan o más rota que cuándo publicamos su foto hace unos meses.
Luego pasé por Núñez y Vidal, donde también estaba cortado el paso por la reparación de la vereda.
Créame Juan, que en mi caminata intenté buscar solo lo bueno, y puedo decir que vi muchas veredas mejoradas o en trabajo de reparación, pero también me encontré con arreglos que no se hicieron, una plaza cerrada en verano y mucha suciedad dando vuelta.
Tal como me dijo Horacio, un vecino que me había llamado ese mismo día por la mañana, lo que se publica en “Mi Belgrano” no son quejas, sino una ayuda de los vecinos a la comunidad para poder estar mejor, porque el diario así colabora con el barrio, mostrando lo bueno y lo malo.