Este sábado 17 de marzo a las 10 de la mañana se realizará una nueva reunión de vecinos en el barrio de Belgrano.

La misma se realizará en la Universidad de Belgrano (Zabala 1837) para charlar junto a Felipe Miguel, jefe de Gabinete de la Ciudad y Facundo Carrillo, secretario de Atención y Gestión Ciudadana sobre Consorcio Participativo.

¿Qué es Consorcio Participativo?

Es un sistema de gestión que permite a los vecinos visualizar en una plataforma toda la información de la administración del edificio donde viven.

Esta herramienta es gratuita y permite realizar la liquidación de expensas, el pago de salarios al personal, verificar todos los vencimientos, emitir comunicados a los copropietarios y llevar un sistema de ticket para los reclamos que realicen los vecinos.

Además permite visualizar, descargar e imprimir documentos como las cargas previsionales del personal dependiente del consorcio, presupuestos por reparaciones, pólizas de seguros y demás documentación referida a las obligaciones del administrador, quien deberá mantener actualizada la plataforma para garantizar a los propietarios el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones.

Con esta plataforma los propietarios podrán votar online, sin tener que estar presentes en la asamblea. Además cuenta con un chat interno para que los vecinos realicen y valoren propuestas a fin de dar solución a las situaciones que los afectan.

Todos los consorcios podrán obtener a través del Banco Ciudad una cuenta corriente gratuita para todas las gestiones de pago que realicen, lo que permitirá un ahorro de $ 7.000 anuales en promedio, ya que el costo mensual llega a los $ 600. Asimismo, los consorcios y vecinos se verán beneficiados con créditos ágiles y flexibles para realizar el mantenimiento de partes comunes o la realización de obras y arreglos particulares.

La plataforma permite calificar al administrador y darle un voto de confianza que podrá ser quitado de acuerdo a la opinión de cada vecino. Así, la suma de todas las opiniones, permitirá destacar la labor de los mejores administradores registrados que además de su matrícula, ofrecerán avales de su gestión a través de la estimación de los vecinos.

El administrador del consorcio tendrá la obligación de gestionar un usuario para cada copropietario. Cada edificio tendrá un perfil único y un acceso exclusivo.

Medidas para bajar las expensas

El Gobierno de la Ciudad dispuso la derogación de las disposiciones que obligaban a los administradores de consorcios a llevar un libro de datos periódicos, algo que tiene un costo de 1.000 pesos anuales para un consorcio, y a gestionar un certificado de edificio seguro, cuyo costo es de 12.000 pesos anuales. Estas dos medidas buscan reducir los costos operativos que tienen los consorcios en la Capital, como la modificación de regulaciones que son obsoletas y fomentan un sin fin de gastos y trámites burocráticos.

En las próximas semanas también se enviará a la Legislatura la modificación de la Ordenanza 45593/91 para introducir cambios en los controles que se realizan sobre los tanques de agua. El control se realizará en forma anual y comenzará primero con un análisis del agua. Sólo en caso de encontrar anomalías se podrá vaciar el tanque para luego realizar las tareas que los técnicos indiquen. Así, los edificios ahorrarán un promedio de 8.000 pesos por año.

También se modificará la obligación de desinfección y control de plagas que hoy se exige una vez por mes, para pasar a ser de una vez por año. En tanto, los vecinos podrán solicitar la cantidad de desinfecciones que requieran, según la situación de cada edificio.

También se eliminará la obligación de construir edificios con vivienda para encargados, prevista por el Código de Edificación para edificios con más de 15 unidades. Con este cambio el consorcio podrá ahorrar los gastos de contratación de los servicios de un encargado con vivienda incluida.

El control de ascensores y calderas, se establecerán según la antigüedad de las instalaciones, el uso, sus características y el resultado de las pruebas y análisis que se realicen. Se permitirá establecer distinciones entre ascensores nuevos y viejos, con uso intensivo o residencial en forma exclusiva. Así, habrá una racionalización de los costos del mantenimiento, entendiendo que los más antiguos con alto tránsito requieren una supervisión constante.