Un vecino nos hizo llegar a la redacción de Mi Belgrano, su total desacuerdo con una propuesta realizada por el Gobierno de la Ciudad.

Mario:

Por estos días, la cada día más desacreditada Ciudad de Buenos Aires, está siendo sometida a una propuesta tan absurda, que a este porteño nato le produce vergüenza ajena. Sería muy torpe de mi parte el no reconocer la gran cantidad de obras de infraestructura que la Administración Macri/Rodríguez Larreta han realizado en la ciudad, pero de ahí a lanzar un absurdo proyecto meramente marketinero, para calmar las aguas de una sociedad extremadamente sensible en lo económico, hay una gran diferencia, que desluce cuanto avance podemos apreciar. “MANTENIENDO TU CUADRA LIMPIA PODÉS GANAR ABL GRATIS POR UN AÑO”.

Quiero imaginar que este absurdo proyecto, surge de algún funcionario adolescente en todo, que no tiene la menor idea de como es, y en que estado está la gran ciudad. Quizá, este “dadivoso creativo”, resida en un barrio cerrado, provenga de algún pueblo o solo conozca la vecindad de quienes conviven en uno de los pocos pasajes porteños con cierto grado de seguridad, donde el paso del tiempo se mantiene indemne y los viejos vecinos, aún toman mate en la vereda. No me imagino en cualquier cuadra, de nuestra comuna u otra, donde en su mayoría predominan edificios de altura, y cuyos habitantes ni se conocen entre sí, lograr esta “cooperativa solidaria”, a cambio de un ABL, que si bien es abultado, no ameritan las condiciones de ultrajar con esta propuesta a los vecinos que se sienten impotentes, ante la diversidad de otros atropellos a los que estamos expuestos, y que muy lejos de nuestra queja y aporte impositivo se adecua a las necesidades del siglo XXI. Volantes de todo tipo, publicidad en los medios de comunicación, llamadas telefónicas inoportunas y avisos en toda la Web, pretenden seducir con algo que resulta tan imposible como absurdo. Todo este despliegue tiene un costo que seguramente pagaremos con nuestros impuestos.

Mantener la cuadra limpia significa desratizar las viejas especies arbóreas que ya resultan hábitat natural de todo tipo de roedores e insectos (ratas, murciélagos, arañas y cucarachas). Desmalezar los canteros y los cordones cunetas, cortar raíces añejas, podar adecuadamente los árboles que tapan carteles nomencladores, semáforos, etc. Lograr que cada vecino repare las peligrosas aceras, impedir la pegatina de publicidad ilegal, evitar los escritos que en cada noche, los vándalos hacen suyas las paredes, limpiar los excrementos de mascotas, etc. Y puedo seguir, solo bastará que el lector salga a su vereda, siempre tratando de evitar una entradera, o que desde el balcón observe el panorama, y razone si lo aquí expuesto sería posible.

Si lo que desean con esta desatinada campaña es congraciarse con los vecinos, este no es el camino. Arreglen las veredas, ordenen el tránsito y el estacionamiento indebido en rampas para discapacitados, controlen la higiene en los comercios de comidas, que estos sin habilitación alguna ocupan con sus mesas el 100% de las aceras, talleres clandestinos, comercios que no dan factura, que el ingreso a denuncias on-line sea fácil y accesible, revean los viejos recorridos del transporte público para descongestionar el ingreso de automóviles a las cercanías de estaciones de subte y Metrobus, y cuiden la seguridad del ciudadano, ya que las vidas humanas valen más que una ultrajante dádiva económica. Quiero imaginar que esta, al menos para este vecino, ha sido una inventiva de un burócrata trepador, y que el Sr. Jefe de Gobierno desconoce como otras tantas cosas que ocurren en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y por ende en esta comuna.