Dentro del Plan de Reconversión con LED del Alumbrado Público de toda la ciudad, en la Comuna 13 (Belgrano, Colegiales y Núñez), según datos oficiales, se han colocado 6689 Luces LED nuevas, y la meta es llegar a 9139.
El Gobierno de la CABA, se comprometió a reemplazar la iluminación de todas las calles de la ciudad por luces LED más potentes, duraderas y sustentables, además de incorporar 15.000 nuevas. «Es el cambio de luminarias más importante que esté en marcha en todo el mundo. Esperamos que para el primer trimestre de 2019 Buenos Aires sea la primera ciudad iluminada 100 por ciento LED», declaró el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Eduardo Macchiavelli.
La tecnología LED fue creada en al año 1962, y ha evolucionado muy rápidamente. Se calcula que una luz LED puede tener una vida útil de 100.000 horas o más, a diferencia de las 30.000 horas de las luminarias de sodio. El uso de este tipo de luces produce un ahorro energético de más del 50% y una disminución del 30% en gastos de mantenimiento. Esta tecnología permite controlar todas las luminarias de la ciudad desde un tablero de control centralizado. Desde esta plataforma de telegestión se puede bajar la intensidad de la luz y detectar las luminarias con fallas, monitorear cada punto de luz de la red de manera individual y programar posibles reemplazos o futuras tareas de mantenimiento.
El arbolado urbano y las luminarias
Guillermo Rey es un vecino de la ciudad que solicitó al Ministerio de MEDIO AMBIENTE y ESPACIO PÚBLICO que disponga las adecuaciones técnicas necesarias en el alumbrado público, a fin de proteger al arbolado público urbano. Guillermo sostiene que en la instalación de las nuevas columnas, no se ha considerado la preexistencia del arbolado público, con lo cual se superponen las pestañas donde se fijan los focos LED con la copa de los árboles, lo cual requerirá continuamente podas por despeje de luminarias, a sabiendas que las podas sistemáticas son muy perjudiciales para la supervivencia del árbol. Para sostener el cuestionado diseño, se expondrá al arbolado a descopes, cortes de ramas estructurales, fuera del momento fenológico, degradando la masa arbórea y haciendo despreciable su presencia en aporte ambiental, paisajístico y cultural.
Luminarias y seguridad
Además, al ser mucho más potentes que las lámparas tradicionales, brindan una mayor seguridad a todos los vecinos: la luz blanca LED favorece el reconocimiento facial y la correcta percepción de los colores, no solo a simple vista, sino también en las cámaras de video vigilancia.
Sin embargo la iluminación no tiene un impacto directo en la reducción de la delincuencia, aunque seguramente un peatón se sentirá más seguro, caminando por una calle que esté más iluminada.
Según mediciones de impacto realizadas en distintas ciudades del mundo, el alumbrado público no contribuye a reducir la delincuencia. Con una mayor iluminación de la calle, los potenciales delincuentes, tienen más facilidad para ver el contenido de los automóviles estacionados y no necesitan llevar linternas. La luz puede asustar a los criminales, pero también puede decirles lo suficiente sobre una casa, una calle o un estacionamiento para saber si hay algo de lo que puedan temer.
La oscuridad en las calles tiene diferentes efectos en distintos vecindarios, en algunos las tasas de criminalidad aumentan y en otros no. La conexión entre la luz y el crimen puede no ser lo que la mayoría de nosotros pensamos, pero la conexión entre la luz y nuestro sentido de seguridad es exactamente lo que siempre ha sido ya que las luces nuevas, proporcionan tranquilidad a ciertas personas que antes tenían miedo cuando caminaban por las calles oscuras.