En límite de Coghlan y Belgrano, empezaron a construir unos edificios pero la justicia frenó el avance de la obra.

La Villa Roccatagliata, ubicada en Av. Ricardo Balbín 2603, es un inmueble que posee una gran singularidad por ser uno de los pocos ejemplos de residencia suburbana que subsisten en la Ciudad. Posiblemente, al momento de su construcción, el terreno ocupaba la totalidad de la manzana delimitada por Roosevelt, Av. Ricardo Balbín, Rivera y Zapiola aunque luego pasó a ocupar la mitad.

Desde el punto de vista estilístico, la villa se inscribe dentro del neorenacimiento italiano de finales del siglo XIX, con balaustradas, columnas de base circular y cuadrada, pilastras, frontis y demás elementos ornamentales típicos de la influencia italiana en la arquitectura. Con el paso del tiempo, el jardín que rodeaba la casa desapareció y fue ocupado por una estación de servicio, mientras que la casa funcionó como bar y mini mercado. Afortunadamente estas modificaciones no destruyeron totalmente su valor patrimonial.

La propiedad fue adquirida por un grupo inversor que proponía la construcción de un conjunto edilicio formado por un bloque de 12 pisos, más una torre de 27 pisos y 3 subsuelos, que aloja diversas tipologías de unidades de vivienda, respetando la residencia de la Familia Roccatagliata, por estar dentro del patrimonio histórico de la ciudad. Este proyecto fue considerado factible por la Dirección General de Interpretación Urbanística. La parcela posee una superficie de 3420,29 m² y tiene frente sobre la Av. Ricardo Balbín y las calles Franklin D. Roosevelt y Zapiola. Con respecto a la altura permitida, sobre la Av. Balbín la misma debería ser de aproximadamente 32m y sobre las otras calles de aproximadamente 20 m. No obstante ello, la altura a construir alcanzaría los 83 m, más del doble de lo permitido en el distrito.

En al año 2016, Gustavo Vera presentó un amparo para que se interpusiera una medida cautelar contra el avance de la construcción que ya se había iniciado el Roccatagliata. La Justicia declaró la nulidad del registro y aprobación de los planos, y ordenó la paralización de las obras. La empresa constructora y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires apelaron, pero en octubre de 2017, la Sala III confirmó la sentencia.

Jonatan Valdivieso (Presidente del Observatorio del Derecho a la Ciudad) dijo al respecto: “Aconsejamos a los representantes de Palacio Roccatagliata S.A. que se dirijan a la Legislatura para discutir su proyecto porque la resolución de un conflicto judicial llevaría años. Rechazaron esta posibilidad porque no querían resignar ningún m2 a construir o tener la obligación quizás de otorgar compensaciones a la ciudad. No consideraron las consecuencias sociales o ambientales, ni les importó la protección del patrimonio ni la identidad barrial”.

Por el otro lado, hay unos 30 compradores damnificados, que desde el año 2013 vienen pagando las cuotas de su futuro departamento, y ahora le reclaman a los desarrolladores que les devuelvan su dinero.