Lo que pasa en el barrio, no es algo que le sucedió a “ese vecindario” sino “a nuestros vecinos”. No es “una historia” sino “nuestra historia”. Los periodistas barriales asumimos la historia como propia y para contarla, necesitamos hacer preguntas, manifestando nuestra intención de querer saber más. Al ocuparnos del lugar donde vivimos, nos detenemos en asuntos que otros periodistas “no barriales” quizás no reflexionan. Nuestras preguntas no son más sabias que otras, pero seguramente tienen más conocimiento. Además de preguntar, nosotros podemos responder, porque somos testigos en el rol de periodistas y protagonistas en el rol de vecinos. No nos conformamos con el entendimiento superficial de un tema, buscamos más información y nos involucramos en el asunto. Escuchamos, preguntamos y opinamos.

Los periodistas “no barriales” vienen al barrio y se instalan por unos pocos días con grandes luces y cámaras, y cuando el show termina, se van y se olvidan. En cambio los “periodistas barriales” nos quedamos cuando se baja el telón, seguimos poniendo la oreja y el hombro y continuamos difundiendo aquel tema ya olvidado por los grandes medios.

Los “periodistas barriales” somos indispensables para la vida del vecindario, porque formamos parte de él, esto es algo que Horacio Rodríguez Larreta entendía a la perfección cuando se reunía con nosotros en los barrios, en sus épocas de campaña, pero ahora parece haberse olvidado. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dispuso rebajar el valor de nuestra pauta publicitaria violando la ley 2587 que fue creada con el objeto de regular la contraprestación publicitaria de los Medios Vecinales. La pauta tiene una ínfima incidencia en el presupuesto, por cada 100 pesos que el Gobierno Porteño destina a publicidad sólo invierte 5 pesos en los medios vecinales. Esta medida pone en peligro la fuente de trabajo de muchos periodistas, que si bien vivimos del aporte publicitario privado, la pauta nos ayuda a tener periódicos con una mayor tirada y nos permite llegar a más vecinos en forma totalmente gratuita.

Hoy en el día del periodista, queremos reivindicar el valor de nuestros medios, aunque algún Gobierno minimice nuestro trabajo barrial desconociendo la ley, así como lo hace con las Comunas, con los Consejos Consultivos y con la democracia participativa. El apoyo de nuestros lectores, los protagonistas de nuestras historias, y nuestros auspiciantes, son el motor que nos impulsa para seguir adelante a pesar de los contratiempos. Los “periodistas barriales” no permitiremos que nadie pueda callar la voz de los vecinos, porque son los verdaderos conocedores de lo que pasa en el barrio y porque nosotros también somos vecinos. El único silencio que nos gusta, es el que nos permite concentrarnos en la escritura y en la lectura.

Los “periodistas barriales” seguiremos contando la historia, en papel, en la Web, en las redes, nos iremos adaptando a los tiempos, quizás iremos cambiando nuestros formatos, pero nunca dejaremos de formar parte del relato, porque caminamos las mismas cuadras, recorremos las mismas calles, disfrutamos y padecemos de los mismos lugares, somos parte de lo que pasa.