El 11 de junio se conmemora el Día del Vecino que fue instituido por Romeo Raffo Bontá, quien desde la Asociación Vecinal de Villa del Parque promovió cada año el festejo de este día, evocando el aniversario de la segunda fundación de la Ciudad de Buenos Aires. En el año 1959 el Gobierno de la Ciudad estableció el 11 de junio como Día del Vecino. Desde entonces es una jornada de alcance nacional. Más adelante, en 1990 se instituyó por decreto el Día del Vecino Participativo, que destaca el trabajo conjunto entre las organizaciones barriales, los vecinos y el Estado.

Un vecino es una persona que vive relativamente cerca de otra, es alguien que está cercano, próximo ó inmediato. En un sentido estricto es un término que se aplica a las personas cuyas casas están contiguas; en un sentido más amplio se aplica a los habitantes de un mismo barrio.

Los vecinos comparten movilidad, aire, sonidos, servicios públicos, seguridad, medio ambiente, mobiliario urbano, etc. Comparten realidades, y estando uno junto al otro, pueden lograr como comunidad el logro de proyectos y trabajos conjuntos, pasando de las posiciones individuales y particulares a los intereses comunes, generando un bienestar para todos, mejorando así el barrio en el que viven.

El buen vecino conoce a los que viven cerca suyo y participa de reuniones barriales. Respeta a los demás, escucha diferentes opiniones y acepta el libre pensamiento de todos. Dialoga con serenidad en situaciones de desacuerdo. Respeta las normas de convivencia.

Cuida los espacios públicos. Arregla y limpia su vereda. Es solidario y no es indiferente a las necesidades de los demás. Es responsable de sus acciones en pos del bien común. Respeta las normas de tránsito como peatón y como conductor. No estaciona en lugares prohibidos. No escucha música con volumen alto en horarios inadecuados. No hace a los otros lo que no quiere que otros le hagan.

Recuerdo

Si queremos definir lo que es un vecino participativo, no podemos olvidarnos de Elida Bevacqua, fallecida en el año 2010. Fernando Boffi Lissin, la recuerda así: “Yo la conocí apenas inicie mi actividad como Director de Desarrollo Sociocultural, en 1999 ella ya estaba participando activamente en el CGP13 en la Comisión de Prevención del Delito e integraba la Asociación Nuñez Rivadavia. Ya en ese momento no era una vecina común de aquellas que vienen por un arreglo de vereda o una poda de árboles. La primera movida barrial que organizamos juntos fue “el barrio que queremos” una jornada de trabajo un Sábado en las Escuelas Raggio realizando un diagnóstico participativo con los vecinos del entorno de la estación Rivadavia. De ahí en mas múltiples y variadas fueron las actividades en que tuvo una participación activa en la Comuna, El Consejo Consultivo, el Programa Buenos Aires y el Río, el Plan Urbano, el Presupuesto Participativo y cuando se achicó el espacio en el CGPC, lo amplio juntándose con vecinos de otras comunas empujando la ley de Comunas y trabajando en la legislatura en la Comisión Bipartita integrada por legisladores y vecinos”. “Fue una militante pero no de un partido político en particular sino de toda la comuna, el tiempo que invirtió en cafés, llamadas telefónicas y reuniones muchas veces hasta altas horas de la noche fue una inversión personal, un apuesta a la comunidad en su conjunto que en los años que estoy en el CGPC pocas veces he visto. Muy alejada de intereses personales, sectoriales y oportunistas su compromiso cotidiano estaba ligado a la formulación y gestión de proyectos de mejora barrial y comunal que apuntaban no solo al corto sino también al mediano plazo. Por su capacidad de pensamiento siempre estaba un paso mas adelante que la gestión, en este último tiempo, a pesar de que la salud no la acompañaba, integraba la comisión de descentralización del Consejo Consultivo Honorario que ella misma había propuesto entendiendo que la participación vecinal no puede remitirse solo a la resolución de problemas del barrio, sino que por el contrario es un proceso de gestión conjunta entre funcionarios, técnicos y los vecinos formulando un plan de desarrollo local. Voy a extrañar sus cotidianos “pinchazos” para que averigüe tal ley o busque tal proyecto o haga tal relevamiento y las llamadas a las horas mas variadas preocupada por uno u otro tema referido a la comuna o la gestión municipal”.