El proyecto que propone subastar públicamente “El Dorrego», un espacio de 130.000 metros cuadrados delimitado por las calles Freire, Concepción Arenal, Zapiola y Dorrego, en el barrio de Colegiales, fue aprobado en primera lectura en la Legislatura Porteña con 40 votos a favor (Vamos Juntos y Evolución) y 18 en contra (el resto de los diputados). Antes de ser sancionado como ley, requiere su tratamiento en una Audiencia Pública.
El predio en cuestión, podría ser vendido para destinar un 35% de su superficie a la construcción de un emprendimiento inmobiliario privado y el 65% restante como predio de acceso público con espacio verde.
Según los parámetros que establece el Código de Planeamiento Urbano, será edificable una superficie de 35.000 m2, de los cuales 5.000 m2 deberán destinarse exclusivamente al desarrollo de la actividad audiovisual, ya que la zona es Distrito Audiovisual. A su vez, se cederá por 15 años (renovable) al Gobierno, el uso de 500 m2 construidos. Los edificios podrán alcanzar una altura de 31 metros, aproximadamente una torre de 9 o 10 pisos. También estipula el proyecto la construcción de un estacionamiento subterráneo de automotores, con capacidad de hasta 300 unidades.
La diputada Victoria Roldán Méndez argumentó que: «Se prevé la afectación específica de los fondos obtenidos en la subasta para ser aplicados al financiamiento de las obras de construcción y equipamiento de la parcela con destino espacio verde denominada Clemente, afectándose el remanente a obras de mejoramiento del barrio de Colegiales y al cumplimiento de los objetivos del Instituto de la Vivienda de la Ciudad».
Inés Gorbea de la bancada Evolución , dijo que su bloque impuso cambios a la iniciativa original para poner un tope a la cantidad de espacios para estacionar vehículos (donde decía más de 200 se reemplazó por máximo de 300); estableció la obligación de construir la plaza Clemente a partir de los 60 días de promulgada esta ley, “sin estar relacionado a los plazos de la subasta pública” de “El Dorrego». También se agregó la obligación de comenzar las obras de lo que será espacio público y verde “de manera previa o concomitante al inicio de la obra sobre la cota de parcela en el área edificable” y pone un plazo máximo de 5 años para el final de obras.
Desde la oposición se criticó la enajenación de tierras públicas “para un negocio inmobiliario” y se argumentó que una Ciudad como Buenos Aires no necesita vender más de una hectárea en un barrio densamente urbanizado para financiar la construcción de una pequeña plaza.
Antiguamente en “El Dorrego» funcionaba un mercado comunitario de frutas y verduras. Luego, ese predio fue destinado para albergar ferias de diseño, y también fue sede de la feria Masticar.
Un pésimo negocio del Gobierno de la Ciudad
Vecinos de Colegiales, que desde hace 20 años reclamamos la construcción de una plaza en la manzana ubicada en Av. Dorrego, Conde, E. Martínez y C. Arenal, denunciamos el intento extorsivo del Gobierno Porteño que lleva a un mal negocio para las arcas públicas.
Hay tres leyes que sostienen el reclamo vecinal para que se construya la Plaza Clemente y el GCABA las incumple. Ahora pretende condicionar la impostergable concreción de la plaza a la venta del predio “El Dorrego». Es como vender tu casa para hacer el jardín.
El metro cuadrado de terreno en la zona tiene un valor estimado de, como mínimo, USD 700. La propiedad pública que se pretende vender tiene una superficie aproximada de 10.000 m2. Por lo tanto la venta podría generar ingresos por USD 7 millones, lo que hoy representa unos 210 millones de pesos. Sin embargo, el mecanismo de subastas previsto por la Ciudad para este lote, suele hacer que los terrenos públicos se liquiden por mucho menos que el valor de mercado; de hecho, en el presupuesto 2018, por ese mecanismo la Ciudad sólo prevé obtener 5 millones de pesos, una ínfima parte de lo que vale “El Dorrego» (2,4%). En estos términos, sería una nueva venta a precio vil, como lo fue La Rural en su momento.
Mientras tanto, el costo de la Plaza Clemente sería inferior a los 20 millones de pesos, menos de un 10% del valor de mercado de El Dorrego. El presupuesto 2018 de la Ciudad aprobado por la Legislatura es de $ 218.792 millones. Si en el detalle por área no previeron los fondos para hacer la Plaza Clemente, es un error de planificación, ya que por ley sabían que tenían que hacerla. Ahora tendrían que hacer alguna reasignación presupuestaria menor, para cumplir con esta deuda pendiente con el barrio y la ciudad.
Curiosamente, el presupuesto vigente prevé sólo el cobro de alquileres por un valor de 5.6 millones de pesos. Claramente esta gestión apunta a descapitalizar a la Ciudad, vender sus activos, en lugar de sacarles provecho arrendando su uso a particulares en los casos en que no tiene destino para ellos. Respecto de El Dorrego, dicen que ‘no tiene utilidad pública’. Nosotros decimos que deben llamar a un proceso participativo para definir qué necesidades tienen el barrio y la ciudad; llegado el caso, podrían alquilar parte del terreno para un emprendimiento privado y así tener un ingreso continuo que contribuya al mantenimiento de la Plaza Clemente y otros espacios públicos de la zona.
Por último, si el precio de venta de “El Dorrego» no fuera a ser acorde a los precios de mercado del metro cuadrado en la zona, podría intuirse que existan intereses particulares en juego, lo que tendrá que evaluar oportunamente la Justicia. Mientras tanto, parece haber, de parte de algunos legisladores y funcionarios, un sacerdocio del neoliberalismo, en el que todo pasa a manos privadas por convicción.
Más allá de la situación con “El Dorrego», es inaudito que sean necesarias 4 leyes para poder construir una plaza. La Plaza Clemente debe comenzar a construirse de inmediato, tomando en consideración de manera esencial el diseño participativo que venimos desarrollando las vecinas y los vecinos del barrio con asesoramiento profesional, sin ningún condicionamiento externo.
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