Andar en bicicleta por el barrio a veces suele ser peligroso, ya sea por el estado de las calles o por la imprudencia de los automovilistas. Describimos a continuación dos accidentes ocurridos en Belgrano.
Blanco Encalada y Vidal
Hola, me llamo Gabriel y les escribo porque estoy buscando testigos por un accidente que tuve en el barrio. El viernes 07 de diciembre alrededor de las 11 de la mañana, venía circulando en bicicleta por la calle Blanco Encalada. Al cruzar Vidal escuché bocinazos, dos motos pasaron pegadas a un colectivo que arrancó y ahí sentí que me empujaban desde atrás. Fue un auto rojo (clio de 3 puertas) que me había chocado. Subí a la vereda, di vuelta la bici y le pedí al conductor que estacione así nos pasábamos los datos. Él agendó mi celular y nombre y se fue sin llamar al SAME ni al 911. Cuando sucedió esto pararon aproximadamente 5 autos en ochavas y cruces para ver, pero ninguno se bajó.
A las 12:30 horas llamé al SAME y les dije que tuve un choque en bici y no podía pisar. Esperé en la esquina en el piso, en el cordón.
Hice la denuncia en la comisaría 13C, ya me liberaron la bici que la habían secuestrado y me revisó un médico legista. Pasé dos semanas a puro trámites. Habiendo transcurrido más de 15 días del accidente, sigo con algunos dolores. Si me agacho me duele la espalda y si estoy mucho tiempo parado siento pinchazos. Todavía tengo que hacerme los estudios de columna y una ecografia de partes blandas.
Solicito que si hay testigos del hecho se presenten en la comisaría ubicada en Mendoza 2263 para aportar información.
Virrey Vértiz y Sucre
Una mujer que circulaba en bicicleta en noviembre de 2015 por la Avenida Virrey Vértiz, en el cruce con la calle Sucre, cayó bruscamente la rueda delantera entre las barras metálicas que formaban la alcantarilla cercana al cordón de la vereda, provocándole “politraumatismos en el rostro”.
En el sitio Ijudicial informaron que la jueza Paola Cabezas Cescato, ordenó abonarle a la mujer una indemnización de $ 62.932 más intereses, por daños y perjuicios. La magistrada responsabilizó por el hecho al Ejecutivo, debido a que la separación entre dos de las barras metálicas del sumidero en cuestión tendrían un tamaño considerablemente mayor que el existente entre las otras que lo componen y a simple vista, dichas barras estaban desalineadas. En función de ello y tomando en consideración la dimensión de la rueda de una bicicleta, resulta razonable concluir en que la rueda delantera de la bicicleta de la mujer, pudo introducirse fácilmente en esa ranura provocando su caída. En consecuencia, el hecho dañoso ocurrió porque el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no realizó el mantenimiento adecuado del sumidero.
La jueza destacó que la afirmación del GCBA con relación a que la mujer habría obrado de modo negligente por conducir su bicicleta a través de una avenida por donde circulaban muchos vehículos, “carece de asidero, toda vez que no existe preceptiva alguna que prohíba a los ciclistas circular por avenidas en las cuales circulan gran cantidad de vehículos”. “Por lo tanto, resulta que la mujer el día de los hechos se encontraba desplazándose en su bicicleta sin infringir ninguna norma, haciendo uso de su derecho a la libertad de tránsito o locomoción, consagrado en el artículo 14 de la Constitución Nacional”.