El 19 de marzo de 2019 a las 13 horas se realizará una Audiencia Pública, con el objeto de que los interesados presenten los reclamos y observaciones que consideren pertinentes con relación a la Ley que establece: «Denomínase China a la vía pública que va de la calle Arribeños a la calle 11 de Septiembre de 1888, entre las calles Monroe y Blanco Encalada. Denomínase Munich a la vía pública que va de la calle La Pampa a la Av. Combatientes de Malvinas, entre las Avenidas Triunvirato y Tte. General Donato Álvarez”.
Los vecinos de las calles Munich, del barrio de Belgrano, y China, de Villa Ortúzar, expresaron su opinión a través de la siguiente carta:
Decidimos conjuntamente manifestar nuestro RECHAZO al proyecto de ley impulsado por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad que propone intercambiar los nombres de ambas calles, con fundamentos falsos.
El Defensor del Pueblo, Sr. Alejandro Amor, manifiesta que este intercambio se llevaría a cabo «a fin de reconocer la labor y la contribución de los vecinos de la comunidad china» y que «la hasta ahora denominada calle China se encuentra en el barrio Parque Chas, donde la mayoría de las calles tienen nombres de ciudades europeas» y que por eso «deviene conveniente el intercambio desde una perspectiva sistémica», expresa en sus fundamentos.
Esta propuesta, que fue votada por la Legislatura a fines de diciembre y que contaría con el respaldo de nuestros representantes de las comunas 13 y 15, no solo ignora la opinión de los habitantes de estas calles repletas de historias y que existen desde 1933, con sus nombres actuales, sino que ni siquiera fue informada a los vecinos y las vecinas: nos enteramos, el jueves 7 de este mes, por un artículo publicado en La Nación, a más de un mes de su media sanción.
Pero al margen de su avance a nuestra espalda, el mayor rechazo radica en que el proyecto vulnera nuestra identidad cultural; muchos de los habitantes de ambas calles nacimos aquí hace más de 70 años, otros somos hijos y nietos de habitantes originales, y este proyecto ignora estas cuestiones de pertenencia e identidad; son calles llenas de historia viva, más allá de que para el Sr. Amor lo relevante sea «el mínimo impacto que tendrá este intercambio, teniendo en cuenta que ambas dos (sic) son calles de una sola cuadra», como si la identidad cultural se midiera en metros.
Además, el proyecto se basa en una falsedad: la calle China no está en Parque Chas. Esto demuestra, o un profundo desconocimiento de los barrios por parte del Defensor del Pueblo, de nuestros comuneros y de los legisladores, o una sintonía inédita para aprobar un proyecto basado en una «trampita» que les resulta funcional, un atajo de nuestros representantes para satisfacer el deseo de algunos sin indagar realmente en fundamentos ni en posibles perjudicados. Dejar asentado por ley, y como argumento de base, que Munich estará «como otras importantes ciudades europeas» en Parque Chas –cuando la división de la ciudad no la incluye, insólito–, causará problemas tarde o temprano en la pretendida «sistematización ordenada de la nomenclatura urbana de sus calles conforme criterios históricos-culturales», tal como informa el proyecto. ¿Acaso nadie se dio cuenta de que la calle China no está en Parque Chas, sino en Villa Ortúzar? Está claro que esta «solución» solo abrirá nuevos inconvenientes, porque con alambre no se solucionan las cosas seriamente.
A su vez, es una realidad ineludible que este «trueque» nos va a generar un trastorno administrativo y un gasto absolutamente innecesario de tiempo y dinero a los habitantes de ambas calles.
Para finalizar, nos sorprende que el proyecto –que no surge como una demanda social, que desconoce los barrios y que tanto nos perjudica–, sea una propuesta de la “Defensoría del Pueblo».