El martes 26 de marzo se reabrió sin barrera la calle Mendoza que la habían cerrado por las obras del Viaducto Mitre.
En el acto de reapertura, Horacio Rodríguez Larreta dijo: “Esto es un beneficio para los vecinos de la Ciudad, esto es tiempo libre y seguridad ya que un accidente en una barrera es un accidente peligroso o fatal. Ésta obra conecta dos partes de la ciudad que estaban como partidas en dos. En la Ciudad, obra que empieza, obra que termina. Y cumplimos los plazos: nosotros dijimos a fin de abril y a fin de abril va a estar terminada. Después tenemos una o dos semanas para probarla porque para poner trenes en funcionamiento tenemos que estar muy seguros. Junto a los vecinos se decidirá cómo ocupamos los bajo viaductos, porque la ciudad gana un montón de espacio nuevo libre, por eso vamos a establecer un diálogo para que nos sugieran qué es lo mejor”.
Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano y Transporte de la Ciudad, remarcó que “la de Mendoza es una de las ocho barreras que eliminamos, y además cuatro calles más que antes eran ciegas también estamos abriendo (Echeverría, Roosevelt, Virrey del Pino y José Hernández). Esto es más tiempo, es mejor transporte público tanto para el tren como para los colectivos que cruzan. También es mucho mejor calidad ambiental, no vamos a tener los autos parados largando gases. No vamos a tener la oportunidad de inseguridad de los autos parados en las barreras de noche”.
El subsecretario de Comunicación, Federico Di Benedetto, explicó que “para definir el uso de los bajo viaductos, nos estamos comunicando con todos los vecinos que viven en las zonas aledañas a las trazas”. La modalidad de trabajo consiste en mesas de hasta diez vecinos moderadas por un facilitador, donde un equipo técnico conformado por arquitectos y urbanistas expone las características de cada área para mostrar los posibles usos. De esta forma, los vecinos trabajan sobre mapas a escala que muestran el detalle de cada tramo e indican los servicios o actividades que les gustarían tener: locales comerciales, gastronómicos, espacios verdes, bicisendas, postas aeróbicas, y más. Ya se convocó a más de 250.000 vecinos a través de las redes sociales e invitaciones puerta a puerta. Se inscribieron 14.000 personas y ya participaron 1.000 vecinos en las primeras seis reuniones.
Nadie duda que la ciudad debe adaptarse al transcurso del tiempo. Sin embargo, como siempre, las obras se realizan sin los estudios y análisis de todos los factores. Cuando en las grandes ciudades se priorizan los espacios y sectores sin vehículos, el Sr Larreta, le da importancia al tráfico vehicular llenando de monóxido calles super angostas. Roosevelt ya estuvo abierta mano a Av. Del Libertador y fue un verdadero infierno de bocinas y smog. Había que esperar diez minutos para poder cruzar a la vereda de enfrente y los conductores estaban histéricos por no poder avanzar debido a lo angosto que es el espacio. Resalten todas las consecuencias, hagan un análisis de los pros y contra, porque sino, caemos en la simple adulación.