A partir de 1870, llegaron al país muchos inmigrantes. Aquellos que decidieron vivir en el barrio de Belgrano, conocieron al Arquitecto Italiano don Juan Antonio Buschiazzo, que con la ayuda de Francisco Gorino y Antonio Vercesi, movilizaron a los italianos lugareños, y comenzaron a darle forma a la Asociación Mutual. Esta gente se reunió en el restaurante “Il Piccolo Torino”, que estaba en las calles Cerrito y Rivadavia (hoy Cuba y Echeverría), hablaron de la necesidad de unirse y así nació el 13 de Abril de 1879 la ´´SOCIETA ITALIANA DI MUTUO SOCORSO ED INSTRUZIONE IN BELGRANO´´.
El artículo primero del Reglamento Fundacional dice: “Se constituye en Belgrano una Sociedad Italiana de Socorro Mutuo e Instrucción con el fin de socorrer a los socios, de promover la instrucción y la moralidad y procurar el bienestar de todos”.
El primer presidente fue el Sr. Cayetano Pezzi y el grupo societario estaba formado por 35 familias que enfrentaban tantas y tan diversas carencias. Buscaban integrarse a la sociedad, eran inmigrantes que llegaban con la ilusión de “Hacer la América”, pero se encontraron primero con la cuarentena en el Hotel de los Inmigrantes y después con la pobreza total. Sin duda, aquellos inmigrantes hicieron patria. Trajeron sueños y costumbres, pero por sobre todo, una enorme capacidad de trabajo y solidaridad, que surgió entre los pasajeros de los barcos provenientes de Italia.
En los mismos hoteles de inmigrantes, comenzaron a nacer estas instituciones de Socorros Mutuos que surgían por necesidad. Era una forma de protegerse unos a otros. Necesitaban, con todas las letras y en mayúsculas, unirse para mantener el idioma y sus costumbres y así poder entre todos integrarse a la comunidad que los recibía. Era una necesidad básica recibir ayuda económica y médica, en tiempos en los que no se conocía qué era una red de seguridad social, ni la difusión artística y cultural.
Estos fueron los pilares ideológicos en los que se fundó la Asociación Italiana, que inteligentemente no fue regional, aceptando así a todos los italianos que llegaban a Belgrano y quisieran asociarse. Desde ese mismo momento, se implementó un servicio de asistencia, que con modificaciones, básicamente es el que se sigue prestando hoy.
El 24 de Noviembre de 1881, se colocó la piedra fundamental del edificio de la calle Moldes 2153/65. Cabe destacar que esos dos terrenos, fueron donados por Don León Gallardo. La sede, fue diseñada por el mismo Arq. Buschiazzo y las paredes levantadas con la colaboración y el esfuerzo de los asociados, que estaban más que felices de tener su propia casa. Se inauguró el 13 de Abril de 1886. El tiempo fue pasando, y estos primeros asociados después del italiano, hablaron el cocoliche. Luego aprendieron el castellano y se identificaron plenamente con la sociedad belgranense. Con el edificio terminado, la unión de los dos pueblos fue total. Se disfrutaban innumerables veladas de arte lírico, música popular, artes plásticas o simplemente para los tradicionales y famosos (para la época) bailes organizados por la Asociación, hasta bien entrado el siglo XX. Era el más exitoso el del Día de los Inmigrantes Italianos.
Pasados algunos años, se integró a la mujer y se agregó al nombre de la institución el Maschile e Feminile, y seguía siendo sociedad. Unos años más tarde, se adoptó la denominación actual, Asociación Italiana de Socorros Mutuos de Belgrano.
En el año 1937 se llamó a Asamblea Extraordinaria para reformar el Estatuto. Provocó discusiones y la expulsión de algunos socios, el tema en cuestión era aceptar a los argentinos nativos, cualquiera fuera su ascendencia. El Estatuto anterior, que ya se había actualizado, decía que se aceptaban argentinos nietos de italianos, solteros o casados y su esposa y nietos núbiles de abuelo paterno italiano. Esta modificación fue exigida imperativamente por la Inspección General de Justicia, ya que por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional, se retiraría la personería jurídica a las sociedades que no acuerden a los argentinos nativos la misma plenitud de derechos que los estatutos reconozcan a los extranjeros. Es por eso, que la Asociación Italiana de Socorros Mutuos de Belgrano, tomando ejemplo de la actividad mutualista mundial, practica actividades en diversos campos del quehacer diario, donde el asociado puede encontrar esparcimiento, realización intelectual, desarrollo físico, etc. Puntualizando aún más, diremos que el miniturismo, el turismo nacional y el internacional se llevan a cabo a través de la propia Agencia de Turismo, que por supuesto funciona en este edificio.
La Asociación Italiana de Belgrano, es un lugar del que todos sus asociados están orgullosos de pertenecer; representa al barrio de Belgrano, es parte de su historia. Es el lugar de reunión de los que quieren mantener vivas las costumbres, los sabores, el idioma, el canto y todo lo que signifique Italia y su italianidad.