Los vecinos siguen quejándose por la terminal en el Bajo Viaducto con una capacidad para 23 colectivos que ingresan por Sucre y salen por La Pampa.

Gabriela: Los vecinos de la Comuna 13 se preguntan qué va hacer el gobierno con la terminal de colectivos que nos impusieron entre las calles Sucre y La Pampa donde hicimos un estudio de impacto acústico y supera los decibeles permitidos para la salud. La Secretaría de Transporte hizo oídos sordos, cuando los vecinos les pedimos un sendero que uniera las dos calles, contestaron que hicieron una vereda por el otro costado. ¿Qué pasa con el edificio que se está construyendo con planos aprobados por el Gobierno de la Ciudad? Ese edificio tenía salida por la calle Montañeses y la supuesta peatonal. ¿Qué van a hacer con la precarización de esa terminal? Pusieron 10 baños químicos donde el olor es nauseabundo, y una vecina tiene filmado a un colectivero orinando en la rueda de su propio colectivo. ¿En qué cabeza cabe poner una terminal frente a una plaza?

Gustavo: A pesar de haber tenido oportunamente conversaciones con funcionarios de la Comuna 13, de transporte y haber hecho caso omiso de reclamos de muchos vecinos, veo la necesidad de volver a hacer hincapié en los defectos graves que nos produce a todos el playón en Barrancas y virtudes de modificar el actual estado de situación no conveniente para el barrio, ni para la ciudad.

  • Un espacio que se logró fuera público, lo transformaron en un espacio privado, sucio y lleno de colectivos que generan polución visual y sonora.
  • Generaron un lugar innecesario para once líneas de colectivos en un predio único por sus características y su valor urbanístico.
  • Con algo de planificación y sentido común, a los colectivos los tendrían que haber estacionado a 45º frente a la estación en sus 220 metros de desarrollo actual. Así los pasajeros no tendrían que caminar tanto para realizar el trasbordo.
  • Genera un movimiento innecesario de colectivos y por ende ruido de motores en la diagramación tipo calesita, entrando por Sucre y saliendo en contramano por La Pampa.

Sacando el playón y replanteando la situación actual:

  • Se obtendría un espacio verde público, prolongación natural de las Barrancas de Belgrano. Además se cumpliría con lo diagramado en el proyecto original.
  • Se lograría la unión visual y de hecho urbanística entre las dos franjas de los dos barrios que antes estaba dividido por las vías y ahora por ese playón privado.
  • Se mejoraría visualmente y urbanísticamente el “remate” edilicio de las construcciones sobre la calle Montañeses, incluido el nuevo edificio en construcción.
  • Se traería nuevamente paz y tranquilidad a una zona residencial, con mucho menos movimiento de vehículos, ruidos y personas que deben bajar y llegar hasta la estación.
  • Obviamente si el terreno estaría parquizado, con bancos y senderos, se sacaría el actual alambrado y línea divisoria sobre la calle Montañeses, logrando efectivizar en la práctica una de las virtudes principales de haber elevado las vías.
  • Se ganaría sin dudas a nivel visual, a nivel peatonal y estético.