Algunos vecinos en comunicación con la redacción de Mi Belgrano, manifestaron su preocupación por las casas que son demolidas y reemplazadas por inmensos monstruos de cemento.
Mirta: Estuve leyendo el diario Mi Belgrano por la computadora, y me detuve especialmente en la nota que hacía referencia a las demoliciones de las casas antiguas y tradicionales de nuestro querido barrio. Soy nacida en Belgrano y en mis 70 años nunca me fui de la zona, actualmente vivo a 4 cuadras de mi casa natal, que por supuesto no existe más. Me da pena ver como lugares tan antiguos como mi querido Normal 10, la casa de Lucio Mansilla, hoy está convertido en una gatería. Se venden locales tan tradicionales sin poder hacer nada, como por ejemplo la Farmacia Roma, ubicada en Monroe y Freire, un hito farmacéutico que próximamente se convertirá en un edificio. Estaría bueno cuidar y conservar los edificios tradicionales del barrio.
Pablo: ¡Basta de demoliciones! ¡El barrio va a colapsar, en servicios, en cantidad de gente y de autos!
Silvia: Es tan lamentable como cierto lo que está ocurriendo en la zona de Belgrano. Todos los días desaparece una casa para construir un edificio de departamentos. Muchos no tienen la misma cantidad de cocheras que unidades, así que el tema estacionamiento va empeorando. También se va perdiendo la tranquilidad que había en el barrio debido al gran movimiento de gente y vehículos.
Fabio: El barrio se ha visto inundado de edificios, sin absolutamente ningún estudio del impacto social y urbano. Se permiten construir torres sin contemplar los espacios de estacionamiento, que en lugar de ser 1,5 por unidad (que sería algo razonable, teniendo en cuenta el valor de los departamentos), apenas alcanza al 0,3. Además, y por supuesto, el crecimiento en el consumo de agua, cloacas, reducción de espacios verdes y ausencia de matrícula escolar pública.