Muchos peatones se quejan por las bicicletas que circulan por la vereda o por la calle en contramano, sin respetar las señales de tránsito. También preocupan las motos que van por cualquier lado y estacionan sobre la vereda.

Blanca: No entiendo como permiten andar a las motos y bicicletas por las veredas en Montañeses y en Echeverría. Los policías los ven pasar y no hacen nada. Las personas discapacitadas tienen que caminar por la calle.

Roberto: No es la primera vez que escribo sobre el tema del “respeto a los peatones” y sobre todo a quienes transitan con dificultades físicas, incluyo también a los cochecitos con bebés. Desde hace tiempo y más desde la instalación de las Ecobicis, el transitar por la vereda se hace muy peligroso para los discapacitados. En la vereda transitan, además de los peatones, bicicletas, monopatines, patinetas motos, etc, etc. En una oportunidad, me animé y paré a un ciclista y le pregunté si había leído las instrucciones que figuran en el manubrio de la Ecobici donde se especifica que no pueden transitar por la vereda y deben respetar el paso de los peatones, me miró y sin mediar palabra siguió su viaje por la vereda, por supuesto. Soy un peatón discapacitado y pienso que algunos ciclistas no respetan nada, ni a ellos mismos, porque generalmente no usan casco. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires está obligado a tomar cartas en el asunto y comenzar a controlar, no puede ser que, en plena Av. Cabildo, circulen las bicicletas por la vereda.

Alberto: Inexplicablemente se ha invertido muchísimo dinero en estas “novedosas Ecobicis” y en los monopatines, sin haber propiciado un mínimo curso a los ciclistas de cómo conducirse en la vía pública. La mayoría, circulan por las veredas a alta velocidad, cruzan con semáforo en rojo, van de contramano, etc. Creo que este tipo de inversiones, son apropiadas en aquellos países que han solucionado sus necesidades primarias. En nuestra querida ciudad autónoma de Buenos Aires hay temas que son mucho más urgentes, como la salud por ejemplo. Los hospitales públicos están totalmente colapsados en casi todos sus servicios de guardia y especialidades.