Caminando en forma virtual por el barrio de Núñez, ya que no podemos salir por la cuarentena, al pasar por Av. Comodoro Rivadavia y 3 de Febrero, nos encontramos con una plaza que recuerda aquel triste 21 de abril del año 2003, cuando Lucila Yaconis de tan solo 16 años, que caminaba por la cuadra que la llevaba hasta el paso a nivel de Comodoro Rivadavia y Paroissien, el mismo que cruzaba todos los días para llegar a su casa, fue abordada por un hombre que intentó violarla y, ante su resistencia, la golpeó y asfixió. La encontraron muerta sobre los pastos crecidos, a sólo 50 metros del cruce a nivel y a poco más de una cuadra de su casa. Nunca hubo un acusado en la causa, ni nunca se pudo saber quién la mató.
Esta plaza fue inaugurada el 22 de Enero de 2019. Ese día, Isabel, la mamá de Lucila dijo las siguientes palabras: “Esto en el año 2003 era un páramo, un lugar abandonado y muy oscuro y logramos que se convirtiera en una plaza”. En el espacio verde se instaló un banco rojo, una iniciativa que nació en Italia en 2016, que invita a la comunidad a reflexionar sobre la violencia de género.
Como había un rastro de semen en el uniforme del colegio, Isabel Yaconis, pensó que rápidamente iban a atrapar al asesino. Pero lamentablemente no había registro de huellas genéticas de condenados por delitos sexuales. Junto con la Asociación “Madres del dolor”, Isabel presentó un proyecto para que la Argentina tuviera un registro nacional, una ley que se votó en el año 2013, se reglamentó en el 2017 y el registro está operativo desde el 2018.