El 19 de mayo del año 2015 se inauguró el Museo Sitio de Memoria en el predio ubicado en Av. Del Libertador 8151, barrio de Núñez, donde funcionó el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio más emblemático de la última dictadura cívico-militar.

El Museo Sitio de Memoria ESMA ocupa el edificio conocido como “Casino de Oficiales”, espacio donde se llevó a cabo un plan sistemático de exterminio de personas. En este lugar estuvieron detenidos alrededor de 5.000 personas. Desde allí también partían los camiones que conducían a los detenidos-desaparecidos hacia los “vuelos de la muerte”. 

La propuesta museográfica del Sitio de Memoria no altera su estructura y no afecta su intangibilidad, pues el edificio constituye un testimonio indiscutible y prueba judicial en los procesos que se llevan adelante por crímenes de lesa humanidad,

El proyecto que dio origen al Museo fue elaborado por un equipo interdisciplinario integrado por museólogos, arquitectos, diseñadores, investigadores, historiadores, sociólogos, periodistas, artistas y cineastas, convocados por los organismos y la Secretaría de Derechos Humanos. La iniciativa tuvo como objetivo fundamental contribuir a conocer, vivenciar y comprender lo ocurrido, para estimular la reflexión y el debate acerca de nuestro pasado reciente. 

La historia que se quiere transmitir en este sitio  de memoria es una historia abierta. A la fecha hay mucho por investigar y por descubrir y continúan apareciendo nuevos testimonios. Es una historia colectiva que se reconstruye a través de las voces de las víctimas. 

El Museo integra la lista de bienes a ser considerados como Patrimonio Mundial del Nunca Más, bajo la protección de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Horacio Pietragalla Corti, secretario de Derechos Humanos de la Nación, dijo: “Desde la apertura de este museo, fueron miles los que pasaron y pudieron conocer la historia de nuestro país, la perversidad y el terror que ahí se vivió durante esos años. Hoy, es un emblema y un faro para que nunca más pasen esas cosas en nuestro país”.

Alejandra Naftal, directora del museo, reflexionó: “Cuando se cumple años es un buen momento para hacer un balance y agradecer. Los últimos cuatro años fueron complejos. Con muchas dificultades de financiamiento, presupuestarias y de prioridades. Sin embargo, el museo creció, se instaló como un espacio de reflexión y debate; de contención y disputa, y de apertura a nuevos lenguajes y formas de construcción de memorias. Todo esto fue posible porque la gente nos apoyó y sostuvo. Hoy no podemos festejar en el Sitio, pero celebramos desde casa, agradeciendo a nuestros/as visitantes, a quienes vinieron y a quienes vendrán, construyendo con todos y todas más Memoria, más Verdad, más Justicia».