El 20 de septiembre de 1904 durante la presidencia de Julio Argentino Roca se sancionó la Ley 4349 de Jubilaciones para empleados del Estado, por tal motivo en esta fecha se festeja el “Día del Jubilado”. Además, en ese mismo día, se creó la Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones.

La población con más de 60 años de edad, es el grupo etario de mayor crecimiento en el mundo. Se debe entonces entender la necesidad de extender la productividad y la calidad de vida durante todo el ciclo vital, procurando un bienestar físico y psíquico que permitan la independencia y la participación de los adultos mayores en todas las actividades de la sociedad. Lamentablemente, los jubilados son uno de los sectores que más están sufriendo esta etapa de pandemia, cuarentena y aislamiento. Hoy más que nunca, se extrañan aquellas actividades organizadas por los Centros de Jubilados que los ayudaban a mantenerse vigentes, tanto física como psíquicamente. Reunirse para conversar, tomar un café, jugar  a las cartas, bailar, actuar, y otras muchas actividades. También se extrañan los viajes y excursiones organizados por los clubes de jubilados.

En este día, queremos recordar el “Centro Recreativo Manuel Belgrano”. Un lugar donde los jubilados del Bajo Belgrano pasaban su tiempo jugando a las bochas, tomando unos mates o comiendo un asado. En La Pampa al 800, solo quedaron muy lindos recuerdos.

Hace un tiempo, la Lic. Susana Godoy en sus talleres gratuitos para la tercera edad que organizaba en centros de jubilados, parroquias y confiterías de la zona, le pidió a los concurrentes que le cuenten un poco de aquel “Belgrano del Ayer” y nos pareció oportuno rememorar aquellos recuerdos:

Beatriz Memoli: “Me acuerdo de la confitería Alabama en Cabildo y Juramento, allí se tomaba el té y había una orquesta de señoritas en el primer piso”.

Rosa Romero: “Extraño las veredas y el empedrado. Hace 40 años que vivo en Belgrano pero antes venía desde Villa Ortúzar a pasear por los negocios de Cabildo con sus hermosas vidrieras”.

Silvia Marmolejo: “En Echeverría y Cuba estaba la confitería Dixi y después el bar Alma”.

Alicia Urso: “La galería Belgrano es la más antigua del barrio, tenía los negocios más paquetes. Recuerdo que mi suegra que vivía en Arcos y V. Loreto salía a la puerta de su casa y se quedaba hasta tarde charlando con vecinos o viendo pasar la gente”.

Esther Gonzalez: “Recuerdo que el Shoping del Solar antes era una fábrica de soda y enfrente estaba la quinta de Tornquist”.

Graciela Tonelier: “Como decía mi suegra todo tiempo pasado fue mejor”.

Dora Pelaez: “Recuerdo la hermosa confitería alemana Steinhauser de Cabildo y Sucre, era muy tradicional, se podía tomar el té con unas tortas riquísimas y tenia un jardín espectacular”.

Marta Viola: “Me acuerdo del tranvía con su sonido característico, las calles adoquinadas que han ido desapareciendo, el antiguo almacenero al cual se le pagaba con la famosa libreta negra. Añoro aquel Barrio de Belgrano, caserón de tejas”.

Ojalá los jubilados puedan recuperar pronto la “normalidad” de poder disfrutar de los encuentros, los abrazos y el afecto de sus seres queridos. ¡Feliz día para nuestros queridos jubilados!