Este martes 20 de octubre de 2020 se realizó a través de la plataforma Zoom una reunión de asesores de la Comisión de Código Urbanístico de la Legislatura Porteña.

Participó de la reunión Sandra Tuya, Directora General de Interpretación Urbanística. Sandra es Arquitecta (Universidad de Buenos Aires). Realizó la residencia en Arquitectura Hospitalaria (UBA) y fue Jefa de Residentes. Cursó la Especialización en Gestión Urbana Territorial (Universidad de Palermo) y la Maestría en Gestión de Ciudades (UBA). Trabajó en el ámbito del Gobierno de la Ciudad liderando numerosos proyectos. Fue Gerente de Proyectos Edilicios de la Dirección General de Proyectos Urbanos y de Arquitectura en el Ministerio de Desarrollo Urbano y Gerente de Gestión de Proyectos de la Dirección General de Proyectos de Arquitectura del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte.

En la reunión se habló sobre el Titulo 1: “Generalidades, principios y definiciones”, el Título 3: “Normas de uso del suelo” y el Anexo II: “Áreas especiales individualizadas – Urbanizaciones determinadas”.

A la Comisión de Planeamiento Urbano le compete dictaminar sobre todo asunto o proyecto vinculado con el Código de Planeamiento Urbano, la zonificación urbana, la preservación del patrimonio histórico y cultural urbano, el planeamiento participativo, la fiscalización de obras particulares, el catastro, el Código de Edificación y el Plan Urbano Ambiental.

La reunión se transmitió por el Canal de Youtube de la Legislatura Porteña

Audiencia Pública

Cabe recordar que entre el lunes 07 y el martes 08 de septiembre de 2020, en el salón San Martín de la Legislatura Porteña se realizó la Audiencia Pública para discutir las modificaciones al nuevo Código Urbanístico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (sancionado en diciembre de 2018).

Las modificaciones aprobadas en primera lectura requieren de una segunda votación. Vecinos, funcionarios del Poder Ejecutivo, directivos de asociaciones profesionales y cámaras empresariales, profesionales a título personal, agentes inmobiliarios, constructores y legisladores, participaron por videoconferencia. La audiencia fue conducida por Victoria Roldán Méndez (presidenta de la Comisión de Planeamiento Urbano).

REPRODUCIMOS A CONTINUACIÓN UN RESUMEN DE LAS PARTICIPACIONES DE DOS VECINOS DE LA COMUNA 13

María Rodríguez Romero (Integrante de la Fundación Rumbos, vecina de la Comuna 13 y miembro del Consejo Consultivo).

En coincidencia con quienes hablaron antes de mí, quiero decir que el tratamiento de este proyecto de ley debería suspenderse hasta tanto se revise el Plan Urbano Ambiental a través de metodologías consensuadas por la ciudadanía. Debemos darnos una discusión seria y participativa de la planificación de nuestra ciudad, más aun en este contexto de pandemia.

Quiero aclarar que mi presencia en esta audiencia no convalida que esté de acuerdo con los códigos Urbanístico y de Edificación ya sancionados. En ese sentido, todas las observaciones que veníamos marcando sobre los códigos se ven respaldadas por los problemas que ahora surgen. La realidad nos demuestra claramente que la sobredensificación de las ciudades no es compatible con la vida saludable ni aquí en Buenos Aires ni en ningún lugar del mundo. Seguir incrementando la capacidad constructiva de la ciudad sin ninguna correspondencia con el estado de los servicios públicos va cada vez más a contramano del sentido común.

Vivo en Belgrano hace 25 años. A medida que pasa el tiempo voy viendo cómo se demuelen casas continuamente y se van construyendo edificios; cómo va cambiando mi barrio que antes era tranquilo y donde se podía estacionar en la puerta hacia un barrio con cada vez más gente, más autos, menos espacio, menos iluminación y más residuos. La fiebre por construir achica cada vez más los terrenos absorbentes, porque los espacios que llaman verdes están cada vez más cementados en la superficie y ahora también pretenden que suceda a nivel subterráneo en los pulmones de manzana. Cada vez vamos a vivir peor en Buenos Aires. No es lo que queremos para nosotros ni para nuestros hijos. Como madre de una joven en situación de discapacidad, y a sabiendas de que integra la población en riesgo en esta emergencia sanitaria, refuerzo la valoración de los requisitos pertinentes a la salud ambiental, a la amplitud del espacio urbano, a propiciar mejor iluminación natural y ventilación, a incrementar las superficies parquizadas y la forestación urbana.

Respecto del Artículo 71, sobre incorporación de los usos de bajoviaductos al Código Urbanístico, se ve claramente que cuando hay un espacio que puede ser verde y de uso recreativo, nuevamente están buscando saturar los terrenos disponibles con propuestas de construcciones comerciales. Es importante priorizar su uso para equipamiento comunitario, que tanta falta le hace a la Comuna 13. Además, hay que favorecer en estas áreas la creación de corredores verdes peatonales con las condiciones necesarias para que los usuarios de sillas de ruedas motorizadas o scooters circulen por ahí. Quiero que conceptos como ciudad verde, prioridad peatón, cien por ciento accesibilidad y ciudad inclusiva, dejen de ser frases marketineras vacías.

Daniel Zylberberg (Vecino del Barrio Parque General Belgrano, conocido como barrio River, e integrante de la Asociación Vecinal que desde 1945 viene defendiendo los intereses de los vecinos y los valores).

En el año 2018 el Gobierno de la Ciudad inició un proceso valioso de cambio del Código Urbanístico. Nosotros estábamos muy atentos a ese cambio y fuimos a todos los eventos que organizaron. En todas esas oportunidades preguntábamos sobre qué cambios se preveían para nuestros barrios y cómo era la normativa que quedaría vigente. En todos los casos el comentario era que no iba a haber cambios para las 37 manzanas del barrio River. Sin embargo, cuando vimos la votación después de la primera lectura y leímos el proyecto nos dimos cuenta de que todo lo que nos habían dicho no era cierto y que la propuesta que había elevado el Gobierno transformaba nuestro barrio que tenía 20 usos permitidos, en 2000 (por decir una cifra). Es decir, había crecido cien veces. Ese era un tema que nos interesaba porque en el año 1998 habíamos logrado un acuerdo con la Comisión de Planeamiento de la Legislatura. Allí habíamos consensuado un cuadro de usos propuesto por los vecinos. Entonces, nos empezamos a movilizar, pero al principio no tuvimos mucha respuesta. Al final, hubo que interpelar a Horacio Rodríguez Larreta y conseguir hacernos escuchar sobre el rechazo a la propuesta que elevaba el Poder Ejecutivo. Para nosotros, ese período fue de movilizaciones; nos embanderamos y protestamos y, al final, se abrió una puerta de discusión sobre la propuesta de normativa que iba a tener el barrio a partir del nuevo código.

El barrio tuvo un desarrollo desde el año 1928. Ese desarrollo fue gradual. Con los votos de los vecinos se fue aceptando el plan como lógico y como forma de vida. Luego de la movilización y del rechazo, la Comisión de Planeamiento de la Legislatura abrió un diálogo, abrió la oportunidad de conversar y de contraponer ideas. De alguna manera, podríamos decir que ese diálogo no fue muy cordial, sino lo contrario: era bastante agrio, porque los vecinos sentíamos que le habían puesto una bomba atómica al barrio. Entonces, la reacción era, por decirlo de alguna manera, un poco enérgica. Después de largas discusiones llegamos a un acuerdo político no del todo satisfactorio. Nos escucharon y, finalmente, pasamos a estar integrados al U23 como Z10. Esa fue la normativa con la que el barrio quedó designado cuando sancionaron el Código en 2018. Ahora bien, ¿qué significa hoy en día para el barrio la normativa U23 Z10? ¿Cuál es el balance que hacemos en este momento en el que decantamos los cambios realizados?

La situación actual es la siguiente: tenemos 25 manzanas con un código taxativo de 20 usos, y 12 manzanas con otra forma de mirar el Código, que es según el Cuadro 3.3, mixtura de usos. El Cuadro 3.3 es de doble entrada y el Código lo prevé para absorber todos los cambios lógicos del devenir de la ciudad. Pero las normas taxativas tienen otro origen que es de preservación y mantenimiento de un tipo de urbanismo. Como estamos en el evento de la discusión abierta nuevamente sobre el Código de Planeamiento, entendemos que esto debe ser solucionado. ¿Por qué? En primer lugar, porque los funcionarios públicos, los que hacen las habilitaciones y otorgan los permisos de construcción, no tienen por qué encontrarse con una legislación confusa, contradictoria y opinable, con lo cual las tareas de administración se complican. Por otro lado, estamos viendo que las 12 manzanas que quedan con el nuevo formato de designación de usos tienen muchas vulnerabilidades.

Hay un montón de predios en las calles Rafael Hernández, Prins y Victorino que estarían realmente complicados. Proponemos que abran un espacio de diálogo con los vecinos. Nosotros tenemos todos los relevamientos realizados manzana por manzana, parcela por parcela y uso por uso, y vemos todos los conflictos latentes que hay en la ciudad. La propuesta concreta a esa Comisión de Planeamiento que hoy tiene el expediente y que dirige esta audiencia de debate es que inviten a los vecinos a conversar sobre las irregularidades o inconsistencias que hoy tiene la normativa U23 Z10 para nuestra área. Esperamos la invitación.