En marzo de este año, la División Delitos de Trata de la Policía de la Ciudad inició una investigación por una denuncia sobre una infracción a la Ley 26.842 en un domicilio del barrio de Colegiales.

Tras una investigación que duró alrededor de 4 meses y gracias al trabajo encubierto llevado a cabo por efectivos policiales, se determinó que en el lugar se realizaban encuentros sexuales pactados anteriormente por citas telefónicas. Realizaban ofertas sexuales entre tres y cinco mujeres mayores de edad, las cuales iban alternando de acuerdo a los días y afluencia de la clientela. Se individualizó a un hombre que llegaba manejando un taxi, era atendido por una de las encargadas en la puerta del lugar, recibía dinero y hacía anotaciones en una libreta.

Con los resultados de la investigación, el Juzgado Federal Criminal y Correccional Número 4 ordenó el allanamiento a la propiedad. Días atrás, efectivos policiales ingresaron en la vivienda con personal del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las personas damnificadas por el delito de trata, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Nación, de la Dirección Nacional de Migraciones y de la Dirección de Fiscalización y Control del Gobierno de la Ciudad.

Junto con dos testigos, los oficiales observaron el arribo del taxi avistado durante las tareas investigativas y por ese motivo redujeron al hombre para su detención. Luego demoraron a dos mujeres mayores de edad que se encontraban en el interior de la vivienda. Además, arribó en ese momento un señor que dijo que ser un cliente del lugar y fue demorado por la fuerza porteña.

En el inmueble se secuestraron dos teléfonos celulares, un chip, documentación de interés para la causa, un módem, una grabadora de video y un trasmisor de imágenes. Dentro del domicilio había un sistema de cámaras que estaba conectado a un monitor y este a su vez a un módem que trasmitía las imágenes en la Web en tiempo real. Inspectores de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) procedieron a la clausura de la propiedad.