Las épocas marcan a todas las disciplinas artísticas, así como las disciplinas artísticas marcan a cada época. La arquitectura, una de las siete bellas artes, no es la excepción y este momento histórico, tampoco.
El turismo va en busca del conocimiento sobre arte, y dan con los rastros de la antigua Grecia, la antigua Roma, con la arquitectura maya, azteca, egipcia, medieval, barroca, manierista, romanticista, neoclásica, moderna.
Aunque se naturalice y pase desapercibido, lo que hoy se está construyendo, también hará historia. Las webs de especialistas como Angelo Calcaterra dan algunas pistas.
Los principios de la arquitectura contemporánea
El siglo XXI y este año tienen tendencias claras. La creación de armonía entre el interior y el exterior; los colores audaces; las texturas innovadoras; los revestimientos de cemento pulido; el uso de piedras naturales; los cerámicos símil madera permanecerán en el tiempo para que turistas del futuro conozcan la arquitectura que hoy vemos avanzando a todo vapor a lo largo y ancho del país.
Algunos principios básicos unen a todas estas tendencias: el estilo industrial, el minimalismo, las soluciones verdes, la reconstrucción y restauración y los espacios abiertos.
Los valores que se ven detrás son el desarrollo sostenible, el consumo responsable, las tecnologías innovadoras y la maximización del aprovechamiento útil del edificio.
El desarrollo sostenible
La Organización de las Naciones Unidas lanzó en 2015 algunos lineamientos para alcanzar el desarrollo sostenible en la Agenda 2030. Se trata de una hoja de ruta hacia un nuevo paradigma en el que las personas, el planeta y la paz se integren y tomen el protagonismo para un mundo mejor. Fue firmado por los 193 estados miembros de la ONU. Ángelo Calcaterra, destacado arquitecto argentino, lo muestra en su sitio web y redes sociales.
La arquitectura también será parte, por lo que la organicidad entre la humanidad, la naturaleza y la armonía serán los valores de fondo de toda construcción.
Las fachadas ecologizadas a través de materiales reciclados y naturales usados para la decoración y para la misma construcción, sea vertical u horizontal. Las tecnologías utilizadas también son respetuosas con el medio ambiente.
Minimalismo
De acuerdo con el criterio del consumo responsable, que florece en el seno de la sociedad, la arquitectura -se puede ver en el Twitter Calcaterra – eligió el minimalismo como técnica que permanecerá en el tiempo. Aunque fue tendencia en los años 50 y 60, actualmente vuelve a estar de moda la funcionalidad de cada elemento arquitectónico.
Se puede ver en las formas rectas y cúbicas, las estructuras modulares de varios niveles, las terrazas abiertas, los cimientos bajos, las paredes vidriadas y el uso de tonos neutros y claros como el blanco, el beige, el gris, el dorado, el marrón y el verde.
Estilo industrial
Desde los años 40, en Estados Unidos, amplios espacios que habían sido fábricas y que la crisis de Wall Street vació fueron utilizados como viviendas. Los techos altos, grandes vidrieras, largas distancias entre ambientes dieron lugar a la luz natural, que rápidamente se puso de moda ya no para transformar edificios industriales, sino también con nuevas construcciones.
Hoy vuelven a verse esos inmuebles, con la actualización de la flexibilidad y la preocupación por el medio ambiente. El ladrillo a la vista, el hormigón, las grandes ventanas de vidrio, el acero, la madera y la piedra vuelven a tomar protagonismo.
Reconstrucción
La cuenta de twitter de Calcaterra muestra también tendencias en cuanto a la restauración e incluso la reconstrucción. Esta práctica reduce el sobredesarrollo, de acuerdo con los principios de la Agenda 2030: reduce la contaminación, es más eficiente y acompaña los hábitos del consumo responsable.
La inteligencia artificial
Desde hace más de un decenio, las casas inteligentes llegaron a la Argentina. La tecnología, en este caso, no aumenta el uso energético. Por el contrario, lo reduce. La instalación de temporizadores y de dominio remoto permite volver más eficiente la ventilación, la calefacción, la refrigeración, la seguridad y el uso de electrodomésticos.
Aunque no refiera a tecnología como robótica, las casas inteligentes también son pasivas. Esto quiere decir que reducen al máximo el consumo de energía a partir de la reducción de las pérdidas de calor.
El mundo está en constante transformación. A partir de la Agenda 2030 hoy se pueden identificar los criterios que en un futuro se notará: hay una época en construcción, y tiene un estilo.