La Comuna 13 cuenta con un preciado patrimonio: la salida al río. Entre tanto cemento, ruido y tránsito, los vecinos pueden relajarse de la vorágine diaria yendo a la parte costera para apreciar y disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad. Allí se encuentra un verdadero oasis: “La Reserva Ecológica Ciudad Universitaria”. Tras estar cerrada durante un largo periodo, recientemente reabrió sus puertas.

El contraste es impactante: con solo diez minutos de distancia, uno puede pasar de la intensidad de la Avenida Del Libertador, a sumirse en la paz más profunda. Pasar de ver edificios y autos por doquier, a contemplar la naturaleza pura. El 10 de diciembre pasado reabrió sus puertas al público, volviéndose a habilitar tras un considerable lapso en el que estuvo cerrada. Se puede visitar de martes a domingo, de 9:00 a 18:00 horas. Se accede gratuitamente, por su entrada en el puente que la conecta con los pabellones universitarios. Se encuentra dentro de la Ciudad Universitaria, al norte del tercer pabellón. En la entrada se ubica una garita con guardaparques, amables y predispuestos a informar sobre el recorrido y las actividades.

La superficie de la Reserva es de 20 hectáreas, con una importante riqueza en biodiversidad. Allí hay más de 800 especies de seres vivos. Cerca del 70% de las aves presentes en Buenos Aires y más de 20% de las aves de todo nuestro país, pueden observarse en la Reserva. Allí el vecino puede disfrutar de tres ambientes muy distintos: un tercio es cubierto por pastizal pampeano, otro fragmento por un bosque húmedo y el segmento complementario toma la forma de un humedal urbano muy diverso con agua del estuario del Plata. Además de admirar los paisajes, se puede aprovechar para hacer ejercicio: caminar, correr, andar en bici o esparcirse tomando unos mates mirando al río, en los bancos que hay para sentarse.

La “Reserva Ecológica Ciudad Universitaria – Costanera Norte (RECUCN)” fue creada el 13 de diciembre de 2012 por la Ley Nro. 4467 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El 8 de mayo de 2018 se firmó el convenio entre el Gobierno de la Ciudad y la UBA, y esto permitió su implementación final. Dado que las tierras son propiedad de la UBA, pero la Reserva se encuentra dentro de la jurisdicción de la Ciudad de Buenos Aires, ambas instituciones se pusieron de acuerdo para llevar adelante la gestión y administración de la misma, en partes iguales de responsabilidades y obligaciones. Las autoridades porteñas se comprometen a realizar tareas de mantenimiento y reacondicionamiento, como así también proveer un servicio de vigilancia, de guardaparques e instalación de equipamiento. Mientras que la UBA debe hacer un relevamiento de los recursos biológicos existentes en la reserva, cuyo resultado será volcado en un informe a presentar ante el Gobierno local.