El 14 de Febrero del año 2012, se inauguró el paso bajo nivel en Crisólogo Larralde y las vías del ex Ferrocarril Mitre Ramal Tigre en el barrio de Núñez. El entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, dijo en el acto: “Este es el noveno paso bajo nivel que inauguramos y vamos a hacer más porque con estas obras cuidamos, primero, la seguridad de los peatones y automovilistas y después mejoramos el medioambiente y ahorramos el tiempo de los viajes para que la gente pueda aprovecharlo en su trabajo o con su familia”.
Este acceso con sentido Este-Oeste eliminó el paso a nivel que afectaba la conectividad entre dos sectores del mismo barrio y es la contraparte del paso bajo nivel de Manuela Pedraza, bajo las vías del mismo ferrocarril que fue inaugurado en diciembre de 2011 con circulación Oeste-Este.
El cruce de Larralde posee un carril con una altura libre de paso de 3,60 metros, una estación de bombeo pluvial, sumideros, desagües en zona de vías y adecuación de los existentes en las proximidades. El proyecto contempló también la construcción en los laterales de calles de convivencia de 3,50 metros que permiten el acceso a los frentistas y nuevas veredas de entre 2 y 2,50 metros con rampas en las esquinas. Los trabajos de superficie incluyeron la puesta en valor del espacio público, repotenciación de la iluminación tanto en el bajo nivel como en su zona de influencia, barandas de protección, señalización y cámaras de seguridad.
La opinión de los vecinos a 10 años de su inauguración
Consultamos a Liliana, integrante de “Vecinos Alerta Núñez” y nos contó lo siguiente: “Por supuesto que para el paso vehicular es más rápido, pero creo que los túneles dividieron el barrio porque producen como una grieta en el movimiento. Las cámaras que pusieron, nunca funcionaron. Desaparecieron el 80% de los comercios que estaban alrededor porque no pudieron sostener los gastos durante los 2 años que duró la obra. Una vez inaugurado, volvieron a establecerse nuevos comerciantes. Pusieron bombas para extraer el agua que funcionan cuando hay alguna tormenta y eso provoca que se apaguen las luces, este problema está desde la inauguración y no se ha podido solucionar. Durante el mes de enero, el paso bajo nivel estuvo una semana sin luz y eso es realmente peligroso. La zona de vías siempre fue un lugar de escape en donde se producen robos. Hay un oficial en Grecia y Larralde que va y viene. Pasan caminando y en bicicleta, muchísimos jóvenes hasta altas horas de la noche que salen de los entrenamientos de los clubes de la zona y suelen ser víctimas de robos. Las personas mayores no cruzan caminando cuando oscurece”.
En un grupo de Facebook integrado por vecinos, Isabel Yaconis publicó su preocupación: “En Núñez también volvió la inseguridad. Una semana sin luz en el paso bajo nivel de la calle Crisólogo Larralde y Grecia. Los delincuentes se hacen un festín. El miércoles 19 de enero a las 23 horas, le pegaron y le robaron la bicicleta y una mochila a un joven que venia del Club Ciudad”.
Otros vecinos del grupo de Facebook, opinaron sobre el paso bajo nivel de Larralde:
“El túnel a la noche siempre es riesgoso, más aún sin luz. Entiendo a los que tienen auto pero como peatón siempre preferí la barrera a que llenen de pozos el barrio cada 500 metros”.
“Los túneles se pusieron no sólo para agilizar el tránsito, sino para evitar los cientos de accidentes que sucedían en el cruce de vías”.
“Además de la iluminación, tienen que volver las cámaras a los túneles, para monitorear y dar aviso a la policía en caso de necesidad”.
“No sabía que hay horarios para caminar o pasar por ciertos lugares. Basta de naturalizar la inseguridad. Todo ciudadano debería caminar tranquilo a la hora que sea”.
“No me acuerdo de la construcción pero es evidente que es bueno para el tránsito y además terminó con los accidentes en las barreras. A mi modo de ver la zona quedó mejor”.
“Cuando estaba la barrera, era un caos de autos hasta la Av. Del Libertador”.
“En cuanto al tránsito, fue beneficioso al igual que con la disminución de accidentes ferroviarios. Como puntos negativos puedo puntear las inundaciones que se ocasionaron en los años 2012 y 2013, en las que resulte damnificada con importantes pérdidas. La falta de limpieza es una constante”.
“Me mudé al barrio en el momento en que estaban construyendo el túnel. Me gustó el silencio que había sobre Larralde y el ruido de los pájaros a la mañana. El túnel implica una comodidad para la circulación, sin duda, pero a mi me gusta cruzar donde hay barreras y ver el tren, oír la campana, etc. El tren Mitre tuvo que ver con toda mi vida desde el colegio secundario así que me gusta estar cerca”.
“Con la contaminación sonora qué había cuando existía la barrera era imposible vivir. Se escuchaba el ruido de la campana, de los autos acelerando y de las bocinas”.
“No hay dudas de que la obra mejoró el barrio, pero creo que se debe mantener e iluminar mejor”.
“Se queda sin luz cuando llueve, no está muy limpio, los que bajan en bicicleta no tienen consideración con los peatones y no hay control policial”.
“Hay que hacerle un mejor mantenimiento, porque el abandono es notorio”.
“La obra duró mucho más de lo previsto, había que pasar por el barro cada vez que llovía (vivo justo arriba del túnel). La mayoría de los comercios de la cuadra se fundieron. En el año 2012 se inundó de tal manera que parecía que había un río en Larralde. A veces nos quedamos a oscuras y tardan varios días en arreglar la iluminación. Hubo robos y abusos debajo del túnel por donde pasan los transeúntes. Al principio me daba miedo atravesarlo de noche, si te pasa algo nadie te ve, ni siquiera los autos que pasan más abajo del paso peatonal”.
“Vivo a la vuelta, sobre Jaramillo. Antes de que estuviera el túnel, podía perder muchísimo tiempo esperando a que la barrera se levante para poder doblar en Grecia, era una tortura. Muchas veces tenía que esperar que pase más de un tren. La espera se hacia larga y yo no tenía otra opción más que esperar para poder llegar a casa”.
“Excelente obra, antes por la noche con la barrera baja, los automovilistas estaban expuestos a los robos”.
“Recuerdo rogar por las mañana para no encontrar la barrera baja a la hora de dejar los chicos en el colegio. Y lo peor era que cuando creías que abría, pasaba otro tren”.
“Los espejos circulares que había para visualizar el recorrido dentro del túnel desaparecieron hace unos meses. Estas obras son de uso permanente y cotidiano, deberían ser constantemente revisadas y optimizadas”.
“Tienen que poner cámaras de seguridad anti vandalismo para que no las rompan de un piedrazo y deben estar conectadas directamente con la comisaría o el centro de monitoreo”.
“Recuerdo que había comerciantes que no estaban de acuerdo y presentaban amparos”.
“La rampa es de uso prioritario para personas que no pueden usar las escaleras. En algunos casos, los ciclistas tratan de que se corran las personas que están caminando para pasar pedaleando. Eso es miserable y una campaña de concietización bien hecha podría ayudar”.
“La obra no contempla las necesidades de las personas. Se hizo para que pasen los autos cómodamente, pero para la gente de a pie o en bicicleta hay un miserable paso estrecho, incómodo e inseguro”.
“Fue una excelente obra, antes teníamos que estar esperando con el auto en marcha mucho tiempo hasta que pasaban los dos trenes, eso creaba polución y un gasto de combustible”.
“Está hecho para los automovilistas. El convidado de piedra es el peatón, para quien no existe seguridad alguna. Son los laberintos del terror, pasamos a ser carnada para los asaltos”.
“Obvio que causó inconvenientes de todo tipo, pero fue una obra necesaria, más allá de varias desprolijidades. En Larralde no pasan autobombas con escalera, un peligro si se incendia un edificio. Las cámaras son cáscaras, solo funcionan las que multan, te pueden apuñalar que nadie se entera”.
Cables cortados
El jueves 27 de enero, Isabel Yaconis publicó en el grupo de Facebook: “Lamentamos contarles que ahora se robaron los cables que dan luz a los tubos del túnel de Larralde”. La reacción de la gente fue inmediata: “Son los ladrones que preparan el lugar para sus robos”; “Se nota que a algunos no les conviene que esté iluminada esa zona”; “Para mí, el cableado debería pasar por el medio del túnel y no estar al alcance de quienes transitan por ahí”; “Es muy difícil construir y/o sostener algo, con tanto vandalismo”.
El martes 01 de febrero, estuvieron arreglando las luces, reponiendo los cables robados y limpiando el Paso Bajo Nivel.