En el año 1959 el Gobierno Porteño estableció el 11 de junio como “Día del Vecino”. Desde la Asociación Vecinal de Villa del Parque promovieron cada año el festejo de este día evocando el aniversario de la segunda fundación de la Ciudad de Buenos Aires. En 1990 se instituyó por decreto el “Día del Vecino Participativo” que destaca el trabajo conjunto entre las organizaciones barriales, los vecinos y el Estado.

Un vecino es una persona que vive relativamente cerca de otra, es alguien que está cercano, próximo o inmediato. En un sentido estricto es un término que se aplica a las personas cuyas casas están contiguas; en un sentido más amplio se aplica a los habitantes de un mismo barrio. Los vecinos de un barrio comparten los espacios públicos, los medios de transporte, van a los mismos negocios y transitan las mismas veredas.

Según la opinión de algunos lectores de Mi Belgrano, un buen vecino es aquél que: Ayuda a los demás; Mantiene limpia su vereda; Cuida el Espacio Público; No estaciona en doble fila ni tapando una rampa; Saca la basura a tiempo y la coloca en donde corresponde; No escucha música con volumen alto en horarios inadecuados; Tiene empatía por los otros y un espíritu solidario; Respeta a los adultos mayores; Fomenta la participación ciudadana; Se compromete en forma totalmente desinteresada a trabajar por su Comunidad.

Carlos Durañona: un vecino destacado

El 23 de mayo de 2022, Carlos Durañona fue homenajeado como “Personalidad Destacada” en el Salón Montevideo de la Legislatura Porteña. Si bien es bastante famoso en el barrio de Belgrano, puede ser que algunos todavía no lo conozcan.

Ignacio “Iñaki” Eggers en comunicación con la redacción de Mi Belgrano, dijo sobre Carlos: “En julio de 2002, un grupo de vecinos del Bajo Belgrano y sus alrededores, comenzaron a servir un plato de comida a cartoneros y personas en situación de calle, bajo el Gomero de las Barrancas de Belgrano. De aquellos vecinos fundadores, el único que perduró en el tiempo con el fuego de su cocina encendida fue Carlos Durañona. Tiene la bicoca de 20 años ininterrumpidos dando algo más que un plato de comida a quienes concurren. Junto a él, cercano a una centena de personas, cocinan, atienden a sus comensales, les dan ropa, implementos de aseo, útiles escolares, organizan jornadas de vacunación, les entregan frazadas (campaña de donación en curso), los acompañan en la salida de las adicciones e intentan su inserción laboral. Además realizan festivales y hasta funciones de cine y mucho más hacen para las personas más invisibilizadas de nuestra ciudad”.

La hija de Carlos, publicó en Facebook: “¿Qué 20 años no es nada? Para mí, son un montón de años en los que te vi tratando de hacer visible lo invisible. Un montón de meses buscando alternativas mejores para los que sufren el desamparo y la indiferencia. Son millones de días en los que vi a mamá cortar la verdura para el guiso calculando cada vez más raciones. Son incontables las horas en que los vi arremangarse para revolver la olla. Con calor, con frío, con pandemia, 20 años ininterrumpidos tratando de mejorar, o al menos acariciar la cruda realidad de tantos. Los que se debían ocupar nunca lo hicieron pero eso, no te desanimó ni a vos ni al INMENSO equipo de seres extraordinarios que te ayudan a sostener este compromiso social. Te merecías mucho este homenaje papá. Te admiro y te amo”.

Resumimos a continuación, algunas de las palabras que dijo Carlos en el homenaje realizado en la Legislatura:

“Empiezo por agradecer a todos los que han tenido participación en esta idea loca. El traje que me han puesto me queda demasiado grande, necesito llenarlo de ustedes, necesito que todos entren para que se justifique este reconocimiento que me han hecho porque es un producto de todos los que están acá y algo han aportado. Acepto esto más que nada como para trazar una raya y decir empecemos de vuelta, es decir lo que pasó, pasó pero ahora tenemos que reivindicar realmente a los que están en situación de calle. Nos vamos a tener que movilizar, tenemos que crear la conciencia de que no es admisible que aceptemos que hay seres humanos tirados literalmente en la calle. No habla bien de nosotros, de nuestra cultura, de nuestra ciudadanía, que toleremos o nos parezca que sea una noticia que lo encontraron, lo quemaron o lo mataron. Además los ocultan, no los censaron, no están contados, tenemos que contarlos, tenemos que saber cuántos son. Me parece que era una gran oportunidad para poder saber en donde estamos parados. Esperemos que el reconocimiento sirva para emprender esta lucha y que cada uno ayude de la manera que pueda, porque tenemos que hacer nuestra revolución de identificar a nuestros semejantes”.

Los que hacemos el diario Mi Belgrano queremos felicitar a Carlos Durañona por haber recibido este merecido homenaje. Su inmensa solidaridad, su perseverancia y su calidez, son un ejemplo a seguir. Invitamos a los vecinos que quieran colaborar con la tarea de Carlos en el Comedor de Barrancas a que se comuniquen a través de sus redes sociales: Facebook (@Comedorbarrancas).