El maestro Alfredo Bravo se desempeñó como director en la Escuela N° 3 del Distrito Escolar 10 “Esteban Echeverría”, ubicada en Moldes 1858 (entre Sucre y La Pampa, en el barrio de Belgrano). En su homenaje, en el año 2003 se colocó un mural en el frente de la escuela que fue realizado por el “Taller de Murales del Colegio de la Ciudad” (Pintura: Marina Carini, Diseño: Ayelén Tamer).
Alfredo Bravo nació el 30 de abril de 1925 en la Ciudad de Buenos Aires. Tuvo una larga trayectoria gremial, siendo uno de los ideólogos de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera). También fue miembro fundador de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. En septiembre de 1977, mientras estaba dando clases en una escuela de Caballito, fue secuestrado. Estuvo trece días desaparecido y siguió preso hasta junio de 1978. En 1991 fue electo Diputado Nacional por el Partido Socialista, lo reeligieron en 1995 y en el año 2001 se convirtió en Senador Nacional por la Capital Federal, aunque no pudo acceder a la banca por una maniobra polémica de la Cámara Electoral de Justicia. En 2002 participó de la reunificación del Partido Socialista y fue candidato a Presidente en las elecciones de 2003. Falleció el 26 de mayo de ese año.
Teatro itinerante dedicado al día del Maestro
En el marco de la conmemoración del Día del Maestro, el Museo Sarmiento (Cuba 2079) presenta este domingo 11 de septiembre a las 15 horas una obra que comienza con Domingo Faustino Sarmiento en los salones del museo. Al ver sus muebles, sus libros, sus trajes, sus cartas, sus pertenencias; el prócer supone que no ha muerto y que vive todavía. El pretexto de un Sarmiento que no sabe si está vivo o muerto es el eje principal de esta obra que ahonda en los conflictos que el prócer tuvo en vida. Las sombras del pasado se hacen presentes. Al ver al público piensa que es «la posteridad» que lo está interpelando, y allí entra en sus más profundas contradicciones que movilizan al personaje sobre sus pasiones más hondas, “su civilización y su barbarie”; “sus escuelas y sus maestros”; su “desprecio hacia el gaucho y el indio”. En suma un pretexto para reflexionar sobre nuestra historia, para bajar a nuestro próceres de sus pedestales de bronce y para acercarnos a ellos, desde un punto de vista más humano.
Un año de investigación histórica ha llevado al autor a la materialización de este espectáculo. La dramaturgia está basada sobre escritos, libros, cartas y declaraciones reales de Domingo Faustino Sarmiento; Aurelia Vélez Sarsfield; Dominguito Fidel Sarmiento y Benita Martinez Pastoriza.
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