María Luisa, una vecina de Belgrano, nos envió la imagen que acompaña esta nota junto con el siguiente mensaje: “La destrucción no para. En la foto pueden observar como luce la esquina de Vuelta de Obligado y Juramento. Y de aquí en más, durante por lo menos dos años, los vecinos que transitamos por la zona tendremos que enfrentarnos a excavadoras, pesados camiones sacando tierra, luego vendrán las mezcladoras que trabajan hasta tarde con tal de acelerar la obra con un ruido tremendo, también las grúas por demás peligrosas en lugares transitados, etc. Y los usuarios para tomar alguno de los colectivos que paran sobre Juramento hacia Av. Cabildo seguiremos sin tener refugios en días de lluvia, o sin un solo árbol para el verano, que según pronostican vendrá con altas temperaturas. Tendremos, eso sí, volquetes por todas partes, y mucho polvo. Y todo esto para la construcción de una mole antiestética, de dudosa utilidad, que además proyectará sombra sobre la plaza Gral. Belgrano y la Inmaculada Concepción. Que falta de respeto a nuestro barrio. Da mucha pena”.

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