Una vecina nos envió la foto junto con el siguiente comentario: “Desde el día de la tormenta, ya pasaron tres semanas, quedaron ramas obstruyendo la vereda en Blanco Encalada al 3100. Es un hermoso nido para mosquitos y ratas que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires parece haber olvidado, a pesar de que nos cobran un jugoso ABL ajustado puntualmente por inflación. De lo que seguramente no se olvidan algunos funcionarios, es de tomarse vacaciones a días de haber asumido. Cómo decía un periodista: Así estamos, país”.

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