Los juegos de casino llevan acompañando a la humanidad desde hace mucho tiempo. Lo que hoy día se estableció como uno de los diversos usos de Internet, antes requería un espacio concreto en el núcleo de población en el que se reunían los jugadores. Sin embargo, no hay documentos hasta el siglo XVII que afirman el establecimiento de un espacio específicamente destinado para esta práctica.

En este sentido, fue en Venecia en el año 1638 el primer casino que se encuentra en los archivos. Tiene su origen en uno de los carnavales, donde la clase alta de la sociedad veneciana jugaba a la Basetta, un popular juego muy parecido al blackjack, en una sala de fiesta. Todavía no era un lugar fijo, sino que era una opción más de entretenimiento en este tipo de encuentros sociales.

Fue tal su éxito, que esta práctica se popularizó por toda Italia, estableciéndose en bares y locales como actividad social masificada. Así se extendió por Europa y cruzó el Atlántico a mediados del siglo XVIII para llegar a Estados Unidos. De ahí, se extendió por todo el continente americano; en Argentina, por ejemplo, el primer casino físico tiene fecha de 1889.

La oferta ‘in crescendo’

Lo primeros juegos que se empezaron a jugar en los casinos físicos eran aquellos que se extendieron rápidamente entre la población, la mayoría fáciles de entender y de partidas relativamente rápidas, como el póker, el blackjack o el baccarat, juegos que se practican en los casinos hasta la actualidad.

En paralelo, todos aquellos juegos de cartas que requerían una competición entre dos o más participantes, derivaron a torneos organizados, con espectadores y mayores premios que las partidas normales. Por ello, estas actividades siempre han generado gran interés entre los participantes, pero también entre los espectadores.

Otra de las actividades indisociables a los salones de juego es la ruleta. Fue inventada mucho más tarde que los juegos de cartas, a finales del siglo XVII. En uno de los primeros establecimientos que se pudo ver esta modalidad de juego fue en el Casino de Montecarlo en 1842, ya con las casillas actuales.

Casi cincuenta años más tarde se incorporaron al mundo del juego los slots. Fueron inventados en California, Estados Unidos, y en 1908 ya se podían ver en diferentes lugares, como las barberías, los bares y salones e incluso en las tiendas de cigarros. En su origen, eran tres ruedas giratorias con cinco símbolos, uno de ellos una campana. El jugador que conseguía reunir las tres campanas, se llevaba el mayor premio, de ahí que popularmente se conociera esta máquina como la Campana de la Libertad.

Los slots en la actualidad

En los casinos físicos, el mundo de los slots ha ido aumentando la oferta con la imaginación y nuevas modas. En este sentido, especialmente la llegada y masificación de Internet a finales del siglo pasado ha condicionado no solamente el mundo de los casinos en general, sino también los slots en específico: con su migración al entorno digital, ofrecen hoy en día una gran variedad de diseños e incluso la posibilidad de elegir el dispositivo más adecuado, sucesos que transformaron la historia de los casinos de manera decisiva.

De esta manera, se encuentran juegos de varias temáticas diferentes, como distintos periodos de la historia o adaptaciones de populares juegos como los diamantes. Incluso se pueden encontrar slots basados en películas y series que han dado la vuelta al mundo de diferentes maneras.

Como se puede ver, en prácticamente dos cientos años, el mundo de los casinos ha evolucionado enormemente. Empezó como un sitio de reuniones sociales, en el cual los usuarios practicaban juegos de cartas y ha llegado a ser una industria en la que no solamente se ven cartas, sino varias actividades de diferente índole, accesibles tanto en los lugares físicos como en Internet.