¿Quién no escuchó hablar del Festival de Viña del Mar y su público, más conocido como “El Monstruo”? Es que este evento que junta a músicos y comediantes de talla internacional, convoca a miles de fanáticos y turistas.
Sin embargo, la ciudad tiene muchos más lugares, actividades y cultura para descubrir y disfrutar. Playas, espacios verdes y edificios históricos son apenas algunas de las atracciones que te esperan.
Si estás con ganas de pasar unos días en este paraíso chileno, el cual también ahora se puede llegar mediante empresas de colectivos de larga distancia, como por ejemplo Cata Internacional, te hacemos un recorrido por los puntos claves.
Las mejores playas de Viña del Mar
Si hay algo que se destaque dentro de la ciudad trasandina, es su costa con sus playas únicas. Entre las más populares se encuentran:
- Playa Acapulco: Esta es una de las playas más icónicas de Viña del Mar. Ofrece una extensa franja de arena, aguas tranquilas y una amplia gama de servicios, incluyendo restaurantes y deportes acuáticos.
- Playa Renaca: Renaca es famosa por su ambiente vibrante y es muy popular entre los jóvenes. Es conocida por sus olas, lo que la hace ideal para practicar surf y bodyboard. Además, cuenta con una gran cantidad de bares y discotecas a lo largo del paseo marítimo.
- Playa Caleta Abarca: Ubicada cerca del centro de Viña del Mar, esta playa es perfecta para quienes buscan comodidad y fácil acceso. Tiene una bonita vista al muelle Vergara y ofrece servicios como alquiler de sombrillas y sillas.
- Playa Las Salinas: Esta playa es conocida por su belleza natural y sus aguas cristalinas. Es un excelente lugar para nadar y relajarse, y también ofrece opciones para practicar deportes acuáticos como el kayak.
- Playa Los Marineros: Esta playa es ideal para familias, ya que cuenta con aguas más tranquilas y seguridad permanente. También tiene una amplia oferta de restaurantes y cafés cercanos.
El mítico Reloj de Flores
El Reloj de Flores de Viña del Mar es uno de los íconos más emblemáticos de esta hermosa ciudad costera de Chile. Ubicado en la avenida Libertad, justo frente al mar, este reloj es una obra de arte que combina la ingeniería con la belleza natural de las flores.
El Reloj de Flores fue diseñado por el arquitecto Augusto Charme en 1962, como parte de los preparativos para el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. Su estructura está compuesta por un mecanismo de relojería convencional, pero lo que lo hace único es su esfera, la cual está cubierta por miles de flores vivas y de colores brillantes.
El diseño floral del reloj cambia según las estaciones del año, lo que le otorga una belleza cambiante y dinámica. Durante la primavera y el verano, el reloj está adornado con una explosión de colores vibrantes, mientras que en otoño e invierno se pueden apreciar tonalidades más sobrias y cálidas.
El Casino de Viña del Mar: Un icono de entretenimiento y elegancia
Desde su inauguración en 1930, este icónico edificio ha sido un punto de referencia para residentes y turistas por igual, ofreciendo una experiencia única que combina la emoción del juego con el lujo y la sofisticación.
Con una arquitectura que evoca el encanto de la Belle Époque, el Casino de Viña del Mar es un espectáculo en sí mismo. Sus imponentes columnas, detalles ornamentales y elegantes salones transportan a los visitantes a una época pasada de glamour y opulencia. Sin embargo, más allá de su impresionante fachada, el interior del casino alberga una amplia variedad de opciones de entretenimiento para todos los gustos.
Desde mesas de juego clásicas como ruleta, blackjack y póker, hasta una gran selección de máquinas tragamonedas de última generación, el casino ofrece emociones para todos los niveles de experiencia. Además, su calendario está lleno de eventos y espectáculos en vivo que van desde conciertos de música en vivo hasta presentaciones de artistas reconocidos a nivel nacional e internacional.
Construido a principios del siglo XX, este majestuoso edificio es uno de los puntos de referencia más importantes de la ciudad y un símbolo de su riqueza histórica y cultural.
El Palacio Vergara y el Museo de Bellas Artes
El palacio fue encargado por Blanca Vergara, una destacada miembro de la alta sociedad viñamarina, como residencia de verano para su familia. El diseño estuvo a cargo del arquitecto italiano Ettore Petri, quien combinó influencias neoclásicas y renacentistas para crear una estructura impresionante y elegante.
El Palacio Vergara se destaca por su imponente fachada de estilo neoclásico, con columnas corintias, detalles ornamentales y una gran escalinata que conduce a la entrada principal. El interior del palacio es igualmente impresionante, con salones decorados con finas molduras, frescos y obras de arte.
En la actualidad, el Palacio Vergara alberga el Museo de Bellas Artes de Viña del Mar, que exhibe una importante colección de arte chileno y extranjero. Entre las obras destacadas se encuentran pinturas, esculturas, grabados y fotografías de reconocidos artistas nacionales e internacionales.