El estacionamiento en la vía pública

En esta columna llamada “Ciudad Ideal” buscamos plantear soluciones a problemas. El tema es que a veces, la solución planteada podría generar un nuevo problema. Por ejemplo, un problema de la ciudad de Buenos Aires es el caos de tránsito. Circular en un vehículo por algunas calles y en determinado horario es prácticamente imposible. La circulación es muy lenta. ¿Qué pasaría si se prohibiera el estacionamiento en la vía pública? En principio, se ganarían dos manos y eso implicaría una circulación más rápida. Esta solución, generaría un problema: ¿Qué hacemos con los autos que antes estacionaban en la calle? Estacionamientos públicos o privados, subterráneos o elevados: ¿Serían la solución?

Existen ciudades que han implementado restricciones o prohibiciones para estacionar en la calle. Algunas ciudades europeas como Venecia en Italia, y Zermatt en Suiza, tienen prohibido el estacionamiento en la calle debido a su diseño urbano histórico y estrecho.

En algunos casos, las ciudades han optado por estacionamientos subterráneos o sistemas de estacionamiento inteligente, para reducir la congestión y mejorar la calidad de vida de los residentes. Cada ciudad tiene sus propias necesidades y características urbanas, por lo que las soluciones para el estacionamiento pueden variar ampliamente.

En Zermatt, el estacionamiento es complicado debido a su ubicación en una zona montañosa y su política de protección del medio ambiente. La ciudad está diseñada para ser libre de coches, por lo que no hay estacionamiento en la calle dentro de la ciudad. En su lugar, los visitantes tienen que dejar sus autos en uno de los estacionamientos designados en las afueras de la ciudad. Desde allí, se puede tomar el tren para llegar a Zermatt en unos 12 minutos. Una vez dentro de la ciudad, se puede caminar o tomar un taxi eléctrico o un autobús eléctrico para moverse por la zona. Esta política de transporte ayuda a mantener la ciudad limpia y libre de contaminación, y también contribuye a la protección del medio ambiente.

Otras ciudades que han implementado políticas para reducir o eliminar el tráfico de coches en su centro histórico o en toda la ciudad son:

  • Giethoorn en Países Bajos: No permite coches en su centro histórico.
  • Reine en Noruega: Es una zona peatonal, con estacionamientos en las afueras.
  • Copenhague en Dinamarca: Tiene una zona peatonal en el centro histórico y restricciones de tráfico en otras áreas.
  • Estocolmo en Suecia: Tiene una zona peatonal en el centro histórico y restricciones de tráfico en otras áreas.
  • Lyon en Francia: Tiene una zona peatonal en el centro histórico y restricciones de tráfico en otras áreas.
  • Barcelona en España: Tiene una zona peatonal en el centro histórico y restricciones de tráfico en otras áreas, como la “Supermanzana”.

Estas ciudades tienen excepciones para residentes, servicios de emergencia y transporte público.

Es difícil imaginar a Buenos Aires como una ciudad libre de coches. Hay algunos proyectos e iniciativas que buscan reducir la dependencia del automóvil y promover formas de transporte más sostenibles. La ciudad enfrenta desafíos como la congestión vehicular, la contaminación del aire y la falta de infraestructura para bicicletas y peatones. Aunque es posible imaginar a Buenos Aires como una ciudad más sostenible y con menos coches, todavía hay mucho trabajo por hacer para que esto se convierta en una realidad.

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