La opinión de Juan Gargiulo
La creación del estadio y la presencia de todo un club de
avanzada en aquella época produjo una transformación sustancial
en la vida de la gente, del vecindario. Un barrio modesto,
fabril con zonas llamadas en aquel tiempo “barrio de las latas”
(el bajo Belgrano). Casi sin urbanización, si con muchas
caballerizas, donde gran parte de su territorio fue la quema de
basura obrando como relleno sobre un suelo bajo, tachonado de
quintas verduleras. Espacio ocupado por el viejo hipódromo hoy
Barrio Parque General Belgrano y no Barrio River como suele
llamárselo. El club aportó no solo actividad futbolera sino
deportiva en general, con múltiples disciplinas, construcciones
modernas e impecables. Con el tiempo, a la vida social se
sumaron estupendos bailes populares, en particular los de
carnaval.
Con el transcurso de los años se agregó la creación del colegio,
verdadero ejemplo y modelo. La presencia del club, su
influencia, fue acompañada por toda una transformación edilicia
y urbanística en la zona, como la construcción y traslado del
Tiro Federal Argentino. La remodelación de Blandengues, hoy Av.
del Libertador, para dar unos pocos ejemplos. Se desprende que
el club marcó no solo una época sino ella se ha prolongado en el
tiempo como núcleo fundamental de nuestra vida vecinal. Es
omnipresente, aclarando eso sí que no es en Nuñez su lugar como
se afirma y sostiene equivocadamente sino en Belgrano, donde
está ubicado.
La convivencia actual es difícil porque la actividad
futbolística está acompañada por la violencia expresada en las
actitudes de las hinchadas, las barras bravas, las bandas de
ladrones reiteradamente denunciados y demostrados por la
Asociación vecinal sin resultados a la vista.
A ello se han sumado los recitales cuyas consecuencias motivaron
y motivan protestas de todo tipo por parte de los vecinos
damnificados no solo por las dificultades a acceder a sus
domicilios y estacionar sus automóviles sino por las
consecuencias provocadas por los excesos de decibeles y las
vibraciones que producen rajaduras en las casas. Sumadas a una
invasión depredadora de concurrentes usando jardines como baños,
ensuciando sin miramientos el barrio parque. No voy a enumerar
todas las molestas actividades que generan estos recitales, para
negocio de unos pocos, además de los inconcebibles e
inaceptables problemas de tránsito.
Lo aquí bosquejado ha sido profundamente analizado, puntualizado
y reclamado por la Asociación Vecinal, repito, sin resultados
apreciables.
Conclusión: El Club River Plate le ha impreso al barrio un sello
positivo en cuanto a su presencia, transformación, beneficios
deportivos, culturales y económicos. Su uso en la actualidad no
es precisamente una bendición por los problemas generados de
inseguridad, depredación, etc.
Como viejo vecino, fui testigo de la colocación de la piedra
fundamental. Asistí a su inauguración. Solamente había dos
tribunas. Luego se construyó la 3º sobre F. Alcorta, y se lo
llamó “La herradura monumental”. También conocí el viejo estadio
de madera de Avenida Alvear y Tagle donde vi jugar a la gloria
Bernabé Ferreira, y en este estadio a la máquina. A pesar de mi
continua presencia y uso del club respetuosamente digo, soy
hincha de Racing.
La opinión de Clara
Sigo en la lucha que los días de partido no debe pasar por la
Avenida L. Quinteros los hinchas contrarios. Debe cerrarse el
barrio y que cada equipo tenga su lugar para entrar alejados
unos de otros. Vivo acá hace 48 años, antes era todo distinto,
ahora cada quince días vivo presa en mi casa. Eso no es justo ni
conveniente para todos los vecinos. Los días de espectáculo las
bebidas y las drogas son de primera.
La opinión de Martha
Yo vivo a unas 12 cuadras del Estadio, solo me molesta la
cantidad de inconvenientes que ponen para pasar, sobretodo
porque tengo platea y soy hincha de River. Tengo que pasar 3
controles policiales antes de entrar a la cancha e igual pasan
cosas. ¡Como añoro cuando las mujeres teníamos platea
preferencial!
La opinión de Paola
Siento que el club no cuida, ni protege a sus vecinos. Tendría
que cuidar al barrio que lo recibió hace ya tanto. Y en
oportunidad de partidos y sobretodo recitales, buscar la manera
de decir: sabemos que esto los puede incomodar pero vamos a
hacer todo a nuestro alcance para evitarlo. Cuantas cosas podría
hacer el club para devolverle al barrio un poco de todo lo que
da!!! |