Todos los meses camino por el barrio, observando el estado de sus calles, sus veredas, sus edificios, el tránsito, etc, etc. Recordando el reclamo de un vecino por la vereda rota en Av. del Libertador y Monroe, empecé mi caminata por allí y me encontré con la grata sorpresa de que la habían reparado. Esperemos que esta vez la cuiden y el arreglo perdure por los siglos de los siglos.

Luego, me dirigí hacia Av. Crámer y Quesada, para ver si ya habían arreglado una rampa rota, pero lamentablemente, dos meses después, todo seguía igual o peor. Rápidamente saqué unas fotos e ingresé desde mi celular a la aplicación 147 para reforzar el reclamo ya solicitado de reparación de esta rampa. Como respuesta a mi reclamo, recibí lo siguiente: “La solicitud fue aprobada y corresponde realizar la acción solicitada. Gracias por ayudarnos a mejorar la Ciudad con el pedido que ingresaste de reparación de rampa de accesibilidad (00792440/17) en QUESADA y CRAMER. Tu refuerzo nos ayuda a priorizar la solicitud en la planificación general del Gobierno”. Esperemos que la reparen pronto y si no lo hacen invito a los vecinos de la zona, a que refuercen el reclamo a través de la APP del 147 o llamando por teléfono al 147.

Continué mi caminata por la Av. Crámer, y en una casa puede observar colgado en su puerta, un curioso cartel, dibujado por un niño, que decía: “No popó de perro”. Seguramente este vecino, cansado de que le dejen desechos caninos en su vereda, puso este simpático cartel. Ojalá sirva para persuadir a dueños de mascotas irresponsables.

Doblé en la calle Núñez en dirección a Cabildo, y se me complicó al querer cruzar la avenida, con un semáforo que apenas le da unos segundos al peatón para cruzar. Allí doblan en Cabildo los autos que vienen por Núñez y continúan luego por esa calle. Está muy mal pensado ese cruce, los peatones tienen muy poco tiempo para pasar.

La noche caía sobre la ciudad, continué mi camino y al llegar al pasillo corredor de la estación Núñez, me encontré parado en medio de la oscuridad. Una señora me contó que las luces de allí, volvieron a malograrse. Aparentemente, cuando llueve  se produce algún desperfecto, que deja al lugar sin luz.  Es muy inseguro transitar por esa zona a oscuras, por eso los vecinos preocupados, les reclamaron a las autoridades correspondientes que reparen la luz inmediatamente. En los últimos tres meses los arreglos fueron casi semanales. Atemorizado por tanta oscuridad me fui rápido.

Cabe destacar que durante toda mi caminata, escuché varios bocinazos, salté para no tropezar en veredas rotas, observé colectiveros y automovilistas conducir en forma imprudente, ciclistas circulando contramano, peatones cruzando por cualquier lado, encontré basura tirada, además de ver paredes dibujadas. También había gente pidiendo para comer, personas arrastrando pesados carritos tratando de recolectar algo que les sirva y madres hablando en las puertas de las escuelas interrumpiendo el paso, mientras sus autos estaban estacionados en doble fila. Mañana será otro día en el que continuaré caminando y observando. Si querés contarme lo que ves en tus caminatas, escribime al Email: fabiogothelf@mibelgrano.com.ar

Por admin

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