Reproducimos a continuación, reclamos relacionados con el tránsito que nos enviaron algunos vecinos.
Susi: En 11 de septiembre y Mendoza, el tránsito es de terror, y los sábados y domingos es peor. No hay semáforo y cruzar cuesta muchísimo. Todo se complica cuando hay un recital o partido en River. Estábamos contentos que sacaron la barrera pero la alegría duró muy poco. Los bocinazos no nos permiten dormir la siesta. El tránsito de Arcos y Mendoza hasta Libertador es un caos. No estoy de acuerdo con que se pueda estacionar de los dos lados.
Alejandra: Arcos y Blanco Encalada es un caos, suele haber mucho tránsito. Los peatones tenemos que apurar el paso para no ser atropellados.
Patricia: En Virrey del Pino y Moldes, en la semana hay mucho tránsito.
Sara: La ciclovía de Libertador, me complica bastante cuando quiero tomar un taxi.
Elisa: Vivo en Sargento Romero entre Monroe y Sáenz Valiente. Es un desastre el tránsito. Fuimos invadidos por los concurrentes a la Universidad Di Tella y nunca se puede estacionar. Los que no tenemos cochera no podemos usar el auto de lunes a viernes. Además soportamos todo el tránsito que se desvía de Figueroa Alcorta. Los días hábiles es una zona intrasitable.
Ana: Es necesario un semáforo en la intersección de Montañeses con Juramento y con Echeverría.
Norberto: Vivo en el barrio River y los días de partido los micros que vienen con los jugadores pasan en contramano y a gran velocidad por Almirante M. García. ¡Es un peligro!
Noemi: La esquina de mi casa, Iberá y Montañeses, es caótica todo el día, desde las 7 AM hasta altas horas de la noche. Están los padres de los chicos que van a varios colegios de alrededor y estacionan donde sea. Un infierno las bocinas, es tóxico vivir así. No hay semáforo, es una esquina peligrosa donde se hace muy difícil cruzar.
Marta: En la esquina de mi casa, Vuelta de Obligado y Comodoro Rivadavia, hay choques muy seguido.
Dani: Los colectivos de la línea 67 generalmente cruzan en rojo el semáforo de la esquina de Olazábal y Av. Balbín. Haría falta una cámara de semáforo para registrar las infracciones.
Jorge: En Blanco Encalada y Vuelta de Obligado, los colectivos pasan a toda velocidad.
Nucha: En la esquina de Elcano y Crámer se puede cruzar pero el tránsito es insoportable.
Roberto: Virrey del Pino y Av. Del Libertador tiene un cúmulo de autos, ciclistas, paseadores de perros, personas haciendo gimnasia y gente que vive bajo las vías. Pero el mayor problema es la falta de lugar en la calle para estacionar vehículos.
Gabriel: En las intersecciones de la Av. Crámer con Quesada y con Iberá, no hay semáforos, y no es para nada sencillo cruzar.
Jorge: Ciudad de La Paz y Manuela Pedraza es una esquina muy transitada. Allí doblan colectivos.
Mirta: Blanco Encalada y Av. Crámer es una esquina ruidosa, donde se escuchan muchos bocinazos.
Claudio: La esquina noreste de Manuel Ugarte y Av. Cabildo, es un desastre. Tiene semáforo y del lado de enfrente muchos conductores no saben o no entienden dónde parar y terminan entorpeciendo el tránsito.
Elena: Melián y Blanco Encalada está cortada por las vías del Ferrocarril. Hay tránsito a la mañana temprano ya que hay un jardín maternal y los papitos estacionan donde más les gusta, sin respetar la ciclovía ni las entradas de las cocheras.
Silvia: Vidal y Echeverría es una esquina peligrosa. No hay lomo de burro ni semáforo y los autos no paran. Otra esquina peligrosa es Av. Crámer y Echeverría donde la línea 113 dobla a toda velocidad y con el semáforo en rojo.
María Julia: En Virrey del Pino y Amenábar hay mucho tránsito y en general no se respeta mucho al peatón. Es difícil cruzar ya que las bicicletas y motos no respetan los semáforos.
Es cierto, en Belgrano, Núñez y Colegiales ya el tema del tránsito es un verdadero caos. Si al jefe de gobierno hay que calificarlo por su gestión en cuanto a este tema, esta es pésima. Ya no solo lo padecemos los peatones, sino quienes viajamos en transporte público (colectivos). Por ejemplo la línea 151 desde Crámer a Puente Saavedra (ida y vuelta) no puede realizar su recorrido habitual, dado que en los giros que debe realizar en calles angostas, siempre hay coches estacionados en ambas manos de estas, debiendo cambiar su recorrido abruptamente. Otra, la línea 133 para evitar el tránsito de Blanco Encalada hacia Cabildo, hace un giro por Crámer hasta Quesada quedando tanto los pasajeros que deben ascender como descender totalmente aislados de sus destinos.