En mi carácter de presidente de la
SFBR y mío propio, contesto la carta remitida por un grupo de
vecinos al diario Mi Belgrano y que fuera publicada en la
edición de Diciembre, en la que se refieren a la entidad que
represento sosteniendo que la sociedad falta a la verdad,
engaña, confunde a los vecinos, se expresa de manera incierta y
miente cuando afirmamos prestar un servicio al vecino, y
expresan que se inventa una representatividad vecinal y barrial
que nadie le ha otorgado.
En similares términos se dirigen a mi persona, afirmando en
forma reiterada, que confundo a los vecinos y falto a la verdad
en la nota que diera a conocer con motivo de las obras
proyectadas en el colegio Pestalozzi y que fuera publicada en la
misma edición del diario Mi Belgrano, nota cuyos términos
ratifico.
La SFBR es una entidad legalmente constituida, que actúa en
nombre y representación de los socios que la componen, al par
que funciona como órgano de consulta del GCBA, según lo
dispuesto en el Código de Planeamiento Urbano para las normas de
distrito U28, APH4 y APH42.
Todas las reuniones de la Comisión Directiva son abiertas,
concurren socios y vecinos no asociados y sus deliberaciones se
vuelcan en actas que están a disposición de todos aquéllos que
deseen consultarlas, incluido lo actuado tanto con relación a la
estación Belgrano R como respecto del colegio Pestalozzi. Nada
hubo ni hay que ocultar en ambos casos.
Los términos de la carta que contesto son infundados y
agraviantes y en tanto se refieren a mi persona los disculpo,
porque no es mi intención polemizar desde el agravio y la
injuria.
Pero como presidente de la SFBR invito a los firmantes a
reflexionar sobre sus términos, ya que represento a una entidad
sin fines de lucro que lleva años luchando por preservar el
barrio y son muchos los vecinos que dedican tiempos y esfuerzos
a esa tarea con resultados positivos, y que no merecen ni ellos
ni la entidad que represento ser objeto de difamación.
Muchos vecinos integrantes de la SFBR han apoyado en la
Legislatura la limitación a las posibilidades de edificar y,
como allí se señaló, fueron a defender el menor valor de sus
propiedades para poder vivir en un barrio a escala humana.
Vayan pues estas aclaraciones, porque en la carta que contesto
se afirma que miembros de la SFBR y de la Comisión Directiva del
Belgrano Athletic Club participan de reuniones que buscan lucrar
con el barrio. Lamentablemente, muchos ataques que recibe la
sociedad que me honro en presidir provienen de sectores que,
invocando defender el “patrimonio de Belgrano” integran
sociedades constructoras que buscan hacerla desaparecer para
dejar vía libre a emprendimientos inmobiliarios de todo tipo.
Invito pues por este medio a quienes firmaron la carta y a los
lectores en general, a acercarse a esta Sociedad a fin de
conocer a sus integrantes y forma de funcionar y, así, desde el
conocimiento, emitir el juicio de valor que estimen pertinente.
Arq. María Cobelo - Presidente SFBR |