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19 de Septiembre
de 2013 |
Una pinturita
El artículo 80 del Código
Contravencional de la Ciudad establece que “quien mancha o
ensucia por cualquier medio bienes de propiedad pública o
privada, es sancionado con 1 a 15 días de trabajos de utilidad
pública o multa de $ 200 a $ 3000”, pero la realidad indica que
nadie es multado, las pintadas se hacen cuando nadie los ve y
luego se convierte en un dolor de cabeza para los dueños de
viviendas que al amanecer se encuentran con un adorno no
deseado.
¿Que es un Graffiti?
Se llama graffiti a inscripciones, palabras, dibujos, diseños,
que han sido pintados, marcados o dibujados con pintura en
spray, marcadores, pintura, tinta u otras substancias similares
en edificios, estructuras, monumentos, equipo y otras
superficies similares.
Ni los museos se salvan
Tal es el caso del Yrurtia cuyas paredes están totalmente
escritas. En comunicación con el Arq. Cosme H. Argerich,
Responsable del Área de Museografía y Salvaguarda Edilicia, nos
comentó:
“El edificio del Museo Casa de Yrurtia esta considerado de
Interés Histórico. Esto nos pone ante una responsabilidad mayor
en cuanto a la preservación y la limpieza de sus fachadas.
Independientemente del contexto estético que implica las
pintadas en las paredes de un edificio que fuera premiado como
reconocimiento a su valor arquitectónico, el principal problema
que se nos presenta es la remoción de las mismas”. |
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“Quitar las pintadas nos obliga a un
decapado químico o mecánico, porque el esmalte del graffiti
impregna la capa de pintura muraria hasta atravesarla, y al
momento de su limpieza, exponemos a riesgo certero de
descomponer el revoque exterior de la casa”.
“En la fachada de O’ Higgins se ve el daño provocado por un
intento de hidrolavado. En esto debemos ser muy prudentes,
porque es muy fácil deteriorar sin remedio las superficies y
hasta destruirlas. Actualmente se están estudiando alternativas
de productos como los denominados antigraffiti, que sabemos de
sus buenos resultados, aunque de alto costo”.
La opinión de los vecinos
Zulema, una vecina del barrio, nos envió su reflexión:
“¿Cuáles son los pensamientos que acuden a la mente de los
ciudadanos que sin pensar en el otro destruyen las fachadas de
los edificios con graffitis? ¿Que impensables deseos les lleva a
cometer un atentado visual a la ciudad?”
“Queremos una ciudad alegre y vital con la participación de
todos los ciudadanos, por lo tanto es incomprensible la actitud
de estos vecinos que llevan a ensuciar y afear las fachadas de
los edificios sin discriminación alguna. No hablo de aquellos
que sí usan lugares permitidos y donde crean obras de arte”.
”La civilización milenaria del Inca, elaboraba cerámicas,
verdaderas obras de arte, decorándolas en toda su superficie,
sin resquicios, la técnica se denomina horror al vacío, es este
termino aplicable a la actitud de los dibujantes de graffitis en
el sentido de que tienen un horror al vacío de sus mentes, sin
valores intelectuales, carentes de afectos y tratan de suplirlos
con grabados sin sentido estético”.
“El subte D es un deplorable ejemplo, el cual esta pintarrajeado
de tal manera que es imposible ver desde adentro a que estación
arriba el tren. El momento en que realizan las pintadas
seguramente es al amparo de la noche y frente a los empleados
del mismo subte”.
“Pienso que la solución no es punitiva, sino más bien mantener a
estos ciudadanos ocupados dándoles trabajo, educación y
actividades que los contengan. Apelo a los vecinos que
participan de las decisiones ante las autoridades comunales”.
Con respecto a las pintadas en el subte, en Metrovías sostienen
que los grafiteros entran por la noche, forzando alguna entrada.
El 60% de los 482 vagones de subte y Premetro están grafitados.
Algunas soluciones posibles
Una solución es aplicar un producto biodegradable sobre la pared
que actúa como barrera protectora y no deja penetrar la pintura
del aerosol a la superficie, es un producto invisible que no
modifica el color ni la textura de las paredes. La aplicación de
la barrera es ideal para paredes recién pintadas, edificios
históricos y viviendas cercanas a colegios y clubes. |
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