De acuerdo al
último Censo fitosanitario 2011 en la Ciudad existen 372.625
árboles, predominan los Fresnos Americanos 143.405, Plátano
(34.338), Tilo (17.284), Jacarandá (10.975) y Crespón (10.184)
como los mas importantes. Como dato curioso, los vecinos han
llegado a plantar una especie exótica como el Ficus, llegando a
contabilizarse (23.707).
La Comuna 13 incluye Núñez, Belgrano y Colegiales con 13.6 km2 y
228.226 habitantes. Extraoficialmente sin publicar, en la Comuna
13 existen de alineación 26.791 árboles de los cuales 41,1% son
Fresnos Americanos, el 8,3% Plátanos y el 5,2% Paraísos.
La Organización Mundial de la salud establece como aceptable 1
árbol cada 3 habitantes. De acuerdo a esa proporción, la Comuna
13 debería contar entonces con 76.075 árboles, es factible que
no hay posibilidad de alcanzar esa cifra como alineación, pero
si entonces se debería compensar con más parques en la Ciudad.
Beneficios que aportan los árboles:
- Reducen la contaminación sonora de 8 a 10 decibeles por cada
metro de la copa del árbol.
- Cada árbol aporta hasta 1000 metros cúbicos de oxigeno diarios
a la atmósfera.
- Cada 15 días fija 2 de cada 100 gramos de polvo atmosférico.
- Ayudan a evitar inundaciones al frenar la caída de agua con su
copa.
- Disminuyen el estrés. El verde incorporado al ámbito urbano
influye positivamente en la salud psíquica de la gente.
- Actúa como descontaminante visual en la Ciudad.
- Ayudan a eliminar del aire gases tóxicos.
- Disminuyen la temperatura estival entre 1 y 3 grados
centígrados.
- Los árboles desprenden a través de sus hojas, ciertas
sustancias que repelen a los agentes patógenos aéreos, por lo
cual tiene incidencia en la salud pública (estudios franceses).
Cuando Podar
Al decir de Richard Harris, la época de poda depende
principalmente del tipo de árbol, de su condición y de los
resultados que se deseen. Las reservas que almacena al árbol son
esenciales para generar el sistema de defensa del mismo llevado
a cabo por los tejidos que originan barreras muy eficientes
contra ataque de plagas, enfermedades o heridas como las de la
poda, produciendo una buena compartimentación. El mejor momento
para podar es cuando el árbol tiene altas reservas o sea antes
de la brotación o bien después de la expansión de la hoja de
primavera.
Otro determinante del momento de la poda es el estado del árbol,
hay que evitar la poda que por alguna razón se vea que el
ejemplar no tenga pocas reservas productos de por ejemplo una
gran sequía, inundación, defoliación por granizo o intenso
ataque de alguna plaga o enfermedad.
Hay que desmitificar el concepto que la poda se hace en el
invierno o durante los meses que no tienen “R” acotándose a
fechas fijas de calendario invernal. Las podas de primavera
avanzada-verano, cuando las hojas se encuentran totalmente
desarrolladas, normalmente llamadas “poda en verde” tiene muchas
ventajas, como ser la visualización de ramas secas, enfermas o
quebradas se hace más evidente cuando el árbol esta con follaje,
siendo más prácticas las podas de formación o aclareo. Además
tiene otra ventaja que no altera la arquitectura del árbol y se
evita tener que volver a podar para eliminar nuevo y excesivos
brotes.Es muy importante tener en cuenta los ciclos biológicos
de las plagas y los momentos de esporulación de hongos
xilófagos.
Cuando se hace necesario contener el crecimiento de un árbol, la
elección de la poda debe orientarse a operaciones ligeras y
frecuentes. Cuanto más pequeñas son las heridas, el cierre es
más rápido y se considera que el riesgo de pudrición aumenta
considerablemente cuando los cortes exceden los 5 a 12 cm de
diámetro en función de la capacidad de le especie para
compartimentizar.
Las podas severas (terciado–reducción de cada rama a 1/3 de su
tamaño, descope) no deben ser de uso corriente sino que sólo
deben aplicarse en casos extremos, cuando debe hacer una
reformación de la copa. Un árbol caduco se disfruta tanto en los
períodos de foliación, floración, fructificación como cuando
esta perdiendo las hojas o sin ellas.
Reclamo del Vecino
Un vecino debe pedir por la poda, exclusivamente, en función
de los objetivos lícitos que pueda tener la copa y esto es la
respuesta al porqué podar: Reducción de riesgos. Eliminar
interferencias. Reducir sombra y resistencia al viento. Mantener
la sanidad. Influenciar en la producción de flores y frutos.
Mejorar las vistas. Mejorar la estética. Incrementar la
esperanza de vida.
Guillermo Rey |