Ante la falta de previsión y
respuestas por parte de las autoridades de la Ciudad de Buenos
Aires, vecinos de Colegiales, junto a integrantes del Frente
Nuevo Encuentro, asumieron el Sábado 13 de Abril, la tarea de
detener el tránsito vehicular por la calle Olleros en su
intersección con Cramer, a fin de facilitar el paso a peatones.
Hace más de un mes que reclaman personal de tránsito que ordene
una zona profundamente impactada por la obra del Viaducto de la
Avenida Lacroze. El vecindario reclama una solución urgente
antes que se produzca un accidente fatal.
A partir del inicio de las obras del Viaducto en la Avenida
Lacroze en su intersección con las vías del tren Mitre, se abrió
un paso a nivel provisorio por Olleros, por donde se incrementó
notablemente el tránsito, incluso con dos líneas de colectivos
(63 y 42).
Con varias escuelas en la zona incluso para personas con
discapacidad, centros de jubilados, una importante cantidad de
comercios y empresas de servicios, la zona bancaria en Cabildo y
todo el sistema de transporte público que pasa por esa arteria,
hay un intenso paso de peatones que cruzan la calle Olleros, de
una manera muy insegura. En las intersecciones con Amenabar y
Conesa, hay un triple sentido de circulación de vehículos (la
doble vía habilitada para cruzar el paso a nivel y las
transversales), y ninguna señalización o solución alguna que
proteja al peatón.
El vecindario reclama una solución urgente antes que se produzca
un accidente fatal. Hace más de dos meses que vecinos e
integrantes del Frente Nuevo Encuentro se encuentran
semanalmente para analizar las diferentes problemáticas
derivadas de esta obra y para coordinar acciones.
La obra del viaducto tiene más de un año de planificación; no
obstante múltiples efectos colaterales no fueron previstos. La
señalización del modificado tránsito peatonal que circulaba por
la avenida Lacroze -que ahora se desvía por Olleros- es
insuficiente, lo que ha producido no pocos accidentes hasta la
fecha. Adicionalmente, los peatones no tienen por donde cruzar
en forma segura en más de 400 metros de extensión; sólo les
queda esperar que pase un tren para que el tránsito se detenga,
y pasar entonces por entremedio de los autos, camiones o
colectivos, poniendo en riesgo su vida. El Comunero por el
Frente Nuevo Encuentro de la Junta Comunal 13, Carlos Funes,
llevó esta inquietud a las autoridades del área correspondiente.
El 5 de marzo, la ViceJefa de Gobierno asistió a un evento en el
barrio para tratar diferentes temas relacionados con el
Viaducto, y la gente le reclamó por este problema; la
funcionaria se comprometió a gestionar una solución con el área
de Tránsito del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
La falta de previsión es evidente. En la planificación de la
obra, se contempló la apertura del paso provisorio por Olleros,
pero no se consideraron múltiples consecuencias en el
vecindario. A la falta de señalamiento vehicular y para el paso
peatonal, se agrega la no designación de personal para ordenar
el tránsito –al menos- en los horarios pico, donde gran parte
del vecindario va y viene de Cabildo en los horarios laborales,
mientras que niños, niñas y adolescentes pasan por allí yendo y
volviendo de sus escuelas.
El barrio reclama personal de Tránsito, iluminación,
señalamiento en toda la zona del recorrido extraordinario por
Olleros, lomos de burro para reducir la velocidad antes de las
intersecciones y se determine la ubicación de paradas
provisorias de las líneas de colectivos 42 y 63 (que actualmente
están separadas por 900 metros de distancia). |